¡Hay muchas formas de hacer patatas a lo pobre! Como dice el refrán, ‘cada maestrillo tiene su librillo’. Hay quien le añade pimiento, champiñones, coliflor o chorizo.
En realidad ‘a lo pobre’ define algo más bien sencillo, por eso nuestra receta lleva pocos ingredientes. En otro artículo de Periodista Digital hicimos ‘patatas a la importancia’, hoy a lo pobre.
Historia de las patatas a lo pobre
Se preparan patatas a lo pobre en Andalucía, Murcia y otras zonas de España. No hay datos concretos sobre cuándo surgió este plato, pero dado su sencillez es probable fuera una receta de subsistencia, ‘cuándo no se tenía otra cosa se preparaban patatas a lo pobre’, algo similar a las famosas sopas de ajo.
Las patatas llegaron a España de América del Sur, concretamente de la zona que hoy es Perú. Fue gracias a Francisco Pizarro, el conquistador extremeño que viendo como los nativos de aquellas tierras consumían este tubérculo lo llevó para España en el siglo XVI. Las primeras plantas de patatas llegaron a puertos del noroeste de la península Ibérica, según cita la Universidad de las Palmas de Gran Canaria.
La patata sorprendió a los botánicos de la corte del emperador Carlos I de España debido a sus flores, pero en principio no se consumía como alimento. LaS flores llegaron a usarse, — como ornamento— en algunos palacios, pero la patata no se consideraba un alimento, todo lo contrario, se creía era indigesta y perjudicial para la salud.
A lo largo del siglo XVI y XVII la patata se fue extendiendo por España y Europa. Al ser un cultivo poco exigente. Se consideraba un alimento humilde, solo para el ganado, además servía como adorno gracias a sus flores y como abono para otras plantas. Fue gracias a un farmacéutico militar Antoine Augustin Parmentier, pionero en el estudio de los alimentos en el siglo XVIII, que la patata llegó a convertirse en un alimento de subsistencia.
Parmentier luchó en la Guerra de los Siete años (1756-1763) , estuvo prisionero en Prusia, donde el consumo de patatas ya era común entre los campesinos.
Parmentier probó la patata y se dio cuenta de su valor nutritivo. De vuelta a Francia hizo campaña sobre el consumo de la patata. En 1772, la Facultad de Medicina de París estudió la patata y declaró finalmente que no era peligrosa.
De toda esta historia podemos extraer alguna conclusión lógica,: que la patata desde que llegó a Europa, era considerada un alimento del ganado y de gente pobre, que no se comían en los hogares donde la economía permitía otras viandas. Fue a partir de finales del siglo XVIII que su consumo comenzó a popularizarse.
La receta de patatas a lo pobre, pudo surgir incluso antes, en zonas rurales de España, donde cultivaban patatas para el ganado y en algún momento de necesidad se utilizara, este ingrediente como alimento.
Calorías y nutrientes de las patatas
Las patatas tienen fama de ‘engordar’, sin embargo esto depende de su forma de preparación. La patata en sí no es una verdura excesivamente calórica tiene 88 calorías, (claro si la comparamos con un espárrago que tiene 18 calorías, la patata es más calórica).
Una manzana considerada un alimento supersaludable tiene 53 calorías por ración de 100 g. La patata tiene 35 calorías más que una manzana por ración, luego desmitifiquemos este alimento.
Lo que engorda es por ejemplo las patatas fritas en aceite, porque el aceite suma calorías, (100 g de patatas fritas tienen entre 250 y 320 calorías). Revisamos los nutrientes que aportan 100 g de patatas sin cocinar.
- Calorías, (88 Kcal)
- Proteínas, (2.5 g)
- Hidratos de carbono (18 g)
- Fibra, (2 g)
- Agua,(77,3 g)
- Grasa, (0.2 g)
- Calcio, (9 mg)
- Hierro, (0.6 mg)
- Yodo, (3 mg)
- Potasio, (570 mg)
- Vitamina C, (18 mg)
- Vitamina E, (0,1 mg)
- Vitamina B1, (0,1 mg)
- Vitamina B2, (0,004 mg)
- Vitamina B3 (1.5 mg)
- Vitamina B9 (12 ug)
- Magnesio, (25 mg)
- Fósforo, (50 mg)
- Sodio, (7 mg)
- Zinc (0.3 mg)
Fuente: www.fen.org.es
Recetas de patatas a lo pobre
Ingredientes
- Patatas –5 unidades
- Cebolla – 1 unidad
- Dientes de ajo – 3 unidades
- Romero seco – 1 cucharadita
- Aceite de oliva – 100 ml
- Sal – al gusto
- Pimienta – una pizca
Preparación
- Pelar y cortar la cebolla en rodajas finas. Los ajos los cortamos en trozos gruesos para que aguanten más al sofreír.
- Prepara una sartén con aceite de oliva abundante,encender el fuego a media temperatura. Cuando esté caliente añadir la cebolla y ajos.
- Pelar y cortar las patatas en rodajas de unos 5-7 mm de grosor.
- Añadir las patatas a la sartén o una cazuela con fondo antiadherente junto a las cebollas y ajos. Remover y bajar el fuego al mínimo. Dejar que se frían los ingredientes lentamente, de esta forma la patata se irá cocinando por dentro y por fuera. Si el fuego está más fuerte se doran por fuera pero el interior queda crudo.
- Cocinar durante unos 5 o 6 minutos, cuando veas que las patatas toman un poco de color.
- Retirar la sartén del fuego y volcar levemente para que caiga el aceite. Una vez retirado el aceite de la sartén verter las patatas y resto de ingredientes en una fuente de horno.
- Sazonar con sal, pimienta y romero seco.
- Hornear a 180º durante 15 minutos. Finalizado el tiempo, dejar reposar en el interior del horno, (ya con la temperatura apagada), otros 5 minutos.
- Sacarlas del horno y añadir un chorrito de aceite de oliva. ¡Listas tus patatas a lo pobre!
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