El pulso entre California y la Casa Blanca ha alcanzado este lunes 9 de junio un nuevo nivel de confrontación. El gobernador demócrata Gavin Newsom ha anunciado la presentación de una demanda contra la administración del presidente Donald Trump por el despliegue de la Guardia Nacional en Los Ángeles, una medida que califica como «ilegal», «inmoral» e «inconstitucional».
La decisión llega tras tres días de protestas en la ciudad angelina contra las redadas migratorias ordenadas por el gobierno federal, que culminaron el sábado con la movilización de 2.000 soldados de la Guardia Nacional por parte de la Casa Blanca, sin consultar previamente con las autoridades estatales.
Un despliegue sin precedentes
«Requisar la Guardia Nacional de un estado sin consultar al gobernador es ilegal e inmoral», declaró Newsom a la cadena MSNBC este domingo, anticipando la acción legal que se ha materializado hoy. El gobernador californiano insiste en que la presencia militar es completamente innecesaria, ya que las autoridades estatales y locales tenían la situación bajo control.
Lo que hace especialmente grave esta situación es que, según los expertos, parece ser la primera vez en décadas que la Guardia Nacional de un estado se activa sin una solicitud de su gobernador, lo que representa una escalada significativa en las tensiones entre el gobierno federal y California.
Protestas que desencadenaron la crisis
Las manifestaciones comenzaron el viernes pasado como respuesta a una serie de redadas migratorias en Los Ángeles. Aunque la mayoría de las protestas transcurrieron de forma pacífica, según aseguran tanto Newsom como las autoridades locales, el domingo se vivieron momentos de tensión con actos de vandalismo que incluyeron el bloqueo de una importante autopista y el incendio de varios vehículos.
La jornada del domingo se saldó con 27 personas detenidas por la policía de Los Ángeles, que ha realizado el grueso de las tareas de dispersión y contención de los manifestantes. Sin embargo, la llegada de unos 300 efectivos de la Guardia Nacional desató mayor ira y temor entre muchos residentes, contribuyendo a intensificar las protestas.
Cruce de acusaciones
El conflicto ha derivado en un intercambio de declaraciones cada vez más hostiles entre ambas partes. Trump publicó en sus redes sociales: «Las cosas en Los Ángeles se ven muy mal: ¡¡¡MANDEN A LAS TROPAS!!!», y posteriormente justificó el envío de la Guardia Nacional para contener las manifestaciones, llegando incluso a calificar a Newsom como «grotescamente incompetente».
Por su parte, el gobernador californiano ha acusado a Trump de mentir sobre una supuesta conversación previa al despliegue. Según Newsom, aunque ambos mantuvieron una llamada telefónica de unos 20 minutos el viernes, en ningún momento se mencionó la movilización de tropas. «Es un mentiroso descarado», afirmó el gobernador, quien además se burló de Trump por publicar un mensaje de felicitación a la Guardia Nacional incluso antes de que las tropas llegaran a Los Ángeles.
La tensión escaló aún más cuando Newsom desafió abiertamente a Tom Homan, el llamado «zar de la frontera» de Trump, después de que el presidente sugiriera que lo arrestaría. «Se cree un tipo duro, venga, sabe donde estoy. Que venga de una vez por todas y me detenga para poner fin a todo esto… Me importa un bledo», declaró Newsom el domingo. «Vamos, hazlo. Arresta a este gobernador. Terminemos con esto, tipo rudo», añadió en declaraciones a NBC News.
Respaldo del Partido Demócrata
El gobernador demócrata, quien no ha descartado presentarse a la presidencia en 2028, ha recibido el respaldo de su partido en este enfrentamiento con Washington. Kamala Harris, excandidata presidencial demócrata y residente de Los Ángeles, expresó su apoyo a través de un comunicado: «La protesta es una herramienta poderosa y esencial para la justicia. Como ha señalado la policía local, la alcaldesa y el gobernador, las manifestaciones en defensa de nuestros vecinos indocumentados han sido mayoritariamente pacíficas».
Harris, quien actualmente está valorando si lanza una campaña para suceder a Newsom en el cargo de gobernador, se suma así a las voces críticas contra lo que consideran una «militarización injustificada» del estado.
Implicaciones legales y constitucionales
La demanda anunciada por Newsom plantea serias cuestiones sobre los límites del poder federal y estatal. El gobernador argumenta que Trump ha violado el protocolo al desplegar a la Guardia Nacional sin contar con él, que es la máxima autoridad estatal.
«Donald Trump ha creado las condiciones que están viendo esta noche en sus televisores», dijo Newsom. «Ha agravado la situación, ha encendido la chispa, está echando más leña al fuego desde que anunció que tomaría el control de la Guardia Nacional».
El gobernador también ha señalado que la orden firmada por Trump no solo aplica para California, sino que «le permitirá entrar a CUALQUIER ESTADO a hacer lo mismo», lo que ha generado preocupación sobre posibles despliegues similares en otros estados con gobiernos demócratas.
Situación actual en Los Ángeles
Hoy lunes, las calles de Los Ángeles han permanecido relativamente tranquilas, aunque la tensión sigue latente. La Guardia Nacional, según el memorándum firmado por Trump, estará destacada por dos meses en la ciudad.
El jefe de la Policía de Los Ángeles ha refutado las afirmaciones del gobierno de Trump de que su departamento no había ayudado a las autoridades federales cuando estallaron las protestas. Aseguró que respondieron con la mayor rapidez posible y que no habían sido notificados con antelación sobre las redadas migratorias.
Mientras tanto, Newsom ha condenado los actos de vandalismo en las protestas, pero ha dejado claro que defenderá a los manifestantes pacíficos para que puedan «ejercer sus derechos fundamentales». «Trump quiere el caos y ha instigado la violencia», afirmó. «Manténganse en paz. Manténganse concentrados. No le den la excusa que busca».
Esta crisis representa uno de los enfrentamientos más graves entre un estado y el gobierno federal en los últimos años, y pone de manifiesto las profundas divisiones políticas que persisten en Estados Unidos en torno a temas como la inmigración y los límites del poder federal. La resolución de la demanda presentada por California podría sentar un importante precedente sobre la capacidad del presidente para desplegar fuerzas militares en estados sin el consentimiento de sus gobernadores.