El ministro Schäuble respalda el anuncio del BCE, pero con condiciones
La charla telefónica de Angela Merkel y François Hollande ha dado sus frutos.
Este 27 de julio de 2012, un día después de que el presidente del Banco Central Europeo desatara la euforia en los mercados al dejar claro que la autoridad monetaria haría «todo» a su alcance para salvar el euro, la pelota estaba en el tejado de los dirigentes políticos. Y así ha sido.
La canciller alemana y el presidente francés han acordado, como se esperaba, activar los mecanismos al alcance de la Unión Europea para frenar la escalada de la deuda y así auxiliar al euro.
Ambos mandatarios han dejado claro que harán «todo lo necesario» para proteger a la moneda única, según un comunicado conjunto emitido tras una reunión telefónica mantenida este mediodía.
Merkel y Hollande afirman que están «profundamente comprometidos» para salvaguardar la moneda única.
De esta forma, Francia y Alemania buscarán la «rápida» implementación de las resoluciones alcanzadas el pasado 28 y 29 de junio.
En la práctica, supone el uso de los fondos europeos de rescate para comprar deuda de países bajo presión, como es el caso de España e Italia.
El comunicado añade que los 17 miembros del euro así como las instituciones deben cumplir con sus compromisos «en sus áreas de competencia», es decir, cumplir los pactos en especial los referentes a la estabilidad presupuestaria.
La reunión entre Merkel y Hollande, que se ha llevado a cabo mediante una teleconferencia pues la dirigente alemana se encuentra de vacaciones, había sido desvelada por el diario Le Monde a media mañana, al tiempo que se desvelaba un plan del Banco Central Europeo para comprar deuda española e italiana.
Poco después, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, emitía una nota en la que apoyaba una acción del Banco Central Europeo para aliviar las fuertes presiones a las que se ha visto sometida la eurozona.
Además, el ministro alemán reconocía los esfuerzos de España e Italia por reducir su deuda, y sus «pasos decisivos para las reformas estructurales». Condición indispensable, a los ojos de Alemania, para poder actuar en el frente de la deuda.
El plan pasaría por comprar deuda primaria con el fondo de rescate europeo (hasta ahora FEEF y más adelante MEDE, cuando éste ya esté operativo) y deuda en el mercado secundario por parte del BCE.