POR UN ZAPATO HECHIZADO
(DE RÓDOPE A CENICIENTA)
Mientras Ródope nadaba
En el Nilo (Estrabón cuenta
Cuanto a quien lee contenta),
Un águila a ella le hurtaba
Un zapato, el que petaba.
El ave, tras el ameno
Vuelo, lo dejó en el seno
Del faraón, que, hechizado,
A su dueña, hipnotizado,
Buscó hasta que halló sin freno.
Ángel Sáez García
[email protected]