El blog de Otramotro

Ángel Sáez García

¿A qué golpe de Estado se refiere?

¿A QUÉ GOLPE DE ESTADO SE REFIERE?

Avui Rajoy amb una enorme irresponsabilitat ha anunciat un cop d´estat de facto, amb el qual pretén apropiar-se les institucions catalanes” (“Hoy Rajoy con una enorme irresponsabilidad ha anunciado un golpe de Estado de facto, con el cual pretende apropiarse de las instituciones catalanas”).

Carme Forcadell, escribió el texto precedente en la red social Twitter el sábado pasado, 21 de octubre de 2017.

Señora Carme Forcadell, presidenta del Parlament:

¿A qué golpe de Estado se refiere? ¿Al que dio usted (cargándose de hecho la ley de leyes, el Estatut y el reglamento de la propia Cámara que preside), de consuno con el resto de los desleales diputados independentistas los pretéritos días 6 y 7 de septiembre? Siento tener que escribírselo así, de manera tan cruda, pero hace falta ser una cínica redoblada, redomada, de tomo y lomo, para ver la paja en el ojo ajeno, o sea, un golpe de Estado en el anuncio que hizo Rajoy de la puesta en marcha del artículo 155, una medida excepcional, sin duda, para corregir las conculcaciones o desafueros, desobediencias y demás desmanes cometidos por usted, los miembros del Govern y algunos diputados en el Parlament, a fin de que la Generalitat vuelva a la senda de la ley, de cuyos límites o lindes no debería haberse apartado jamás, de la Constitución de 1978, y no ver la viga en el ojo propio, el golpe de Estado que dio usted (recuerdo que subtitulé la urdidura o “urdiblanda”, en la que hablaba de todo ello, “Del ‘Tejerazo’ al ‘Forcadellazo’”) en el Parlament las dos aciagas jornadas mencionadas arriba.

A ver si usted, habiendo transcurrido más de un mes de aquella epístola (que apareció publicada en las ediciones digitales de varios diarios) que suscribió y, de común acuerdo con Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y Ada Colau, le mandaron al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (con copia al rey), logra explicarme (sin pretender tomarme el pelo, claro) cómo casa o encaja usted el inicio de la misiva en cuestión (“Los conflictos políticos se resuelven, en los sistemas democráticos, a través de propuestas políticas que son consecuencia de negociaciones y diálogo”), con el comportamiento de parte que tuvo usted los días indicados en la Cámara catalana, en la que mostró, con o sin rodeos, y demostró, con o sin embozos, su faceta secesionista, su perfil parcial, su papel preponderante en el golpe de Estado. ¿Los comportamientos que durante esas dos jornadas tuvo usted no dejaron al descubierto lo contrario de lo que cabía esperar de quien había sido elegida para ejercer tan alta dignidad de una manera imparcial: limpieza y respeto máximos a las formas y al fondo de la legalidad vigente? Cuando el secretario general de la Cámara, Xavier Muro, rehusó publicar la ley del referéndum de autodeterminación en el Boletín Oficial del Parlament (BOP), ¿no bendijo, dio por bueno o permitió usted, al no formular ninguna objeción al respecto, que los cuatro diputados de Junts pel Sí en la Mesa la publicaran? Para mí está claro que sí. ¿Tuvo la gallardía de dimitir? No. ¿Sigue usted ignorando o sin darse por enterada de que, mientras no se cambien los artículos 1 y 2 de la Constitución Española, Cataluña continuará siendo una parte importante de España? ¿Recuerda cómo toda la oposición (Joan Coscubiela, de Catalunya Sí Que Es Pot, estuvo el día 7 en la tribuna del Parlament a la altura de las circunstancias, sembrado, genial, haciéndose digno acreedor de la ovación que le tributaron los diputados de C´s, PSC, PP y CSQP) coincidió en afearle a usted que hubiera pisoteado de facto los derechos de los diputados catalanes contrarios al referéndum? Es evidente que la opinión de Xavier Muro no la tuvo en cuenta. ¿Acaso no hizo tres cuartos de lo mismo con el parecer del letrado mayor, Antoni Bayona, y, asimismo, con el criterio del Consejo de Garantías Estatutarias (a pesar de sus reiteradas advertencias)?

Para servidor, al menos, los pasados días 6 y 7 de septiembre no hubo en el Parlament todo el diálogo que tendría que haber habido, ni el respeto más exquisito a los procedimientos que tendría que haber habido. Si usted se hubiera comportado como hace en cualquier institución de prestigio una presidenta imparcial, los hubiera promovido y no se hubiera dejado llevar por sus impulsos soberanistas. Así que lamento comentarle que me ratifico en lo que otrora urdí, que me parecía un mero ejercicio de falsedad y desvergüenza descarada que usted, tras su conducta parcial, se aviniera a firmar la mentada y lamentable carta; y otro, del mismo o parecido jaez, que vea un golpe de Estado en el anuncio de Mariano Rajoy de la puesta en marcha del artículo 155 de la Constitución Española y no en su actitud pretérita, y que este menda dio en llamar, hace un mes, el “Forcadellazo”.

Ojalá (es mi deseo y mi esperanza que) Dios, la Naturaleza o usted, verbigracia, abra la mente y los ojos, o sea, inspire, a Carles Puigdemont, quien tiene la fácil o difícil papeleta (según el color del cristal con que se mire) de, ante la deriva de los acontecimientos, avenirse a respetar de nuevo la ley y resolver lo mejor para España (donde sigo incluyendo, por supuesto, a Cataluña).

Ángel Sáez García
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Ángel Sáez García

Ángel Sáez García (Tudela, 30 de marzo de 1962), comenzó a estudiar Medicina, pero terminó licenciándose en Filosofía y Letras (Filología Hispánica), por la Universidad de Zaragoza.

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