A CARLES, REY DE LA ARANA
Aduce vuestra eminencia
Lo que he escuchado mil veces
Y otrora leí en “Memeces”,
Que es inútil la experiencia.
Hoy le otorgo mi aquiescencia.
A Carles, rey de la arana,
Le ocurre lo que a la rana
Acéfala o a la mosca,
Que defiende que, aunque tosca,
Su testa la tiene sana.
Ángel Sáez García
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