FUENTE, LECTOR, ERES Y OTRO
No hay lugar más oportuno
Para que nadie halle, fuente,
Aunque mucho te frecuente,
Que el rincón donde ninguno
Lee a Miguel de Unamuno,
Salvo su adicto Otramotro,
Que goza subido al potro
De su retrato ambulante,
Al confesarse delante
De ti, lector, que eres otro.
Ángel Sáez García