El blog de Otramotro

Ángel Sáez García

Hay verdades que son irrefutables

HAY VERDADES QUE SON IRREFUTABLES

ALGUNA, POR EJEMPLO, DE KARL POPPER

Ignoro en cuántos textos habré hecho (de forma breve o extensa) referencia o discurrido a propósito de un pensamiento del filósofo austriaco/británico Karl Raimund Popper, concretamente, de ese que dice la fetén, que toda verdad es provisional y, por ende, que dura o se mantiene en vigor hasta que es contradicha por otra que, en ese mismo momento, si la persona pensante es consciente de esa constatación, coherente (congruente, consecuente) y honesta, la barre del mapa o borra y deja el camino expedito para que la muda tenga lugar sin demora.

Desde que la susodicha idea entró en mi vida, desde que le di amparo o cobijo en una hornacina del templo de mi inteligencia, tengo la sensación refractaria de que la única esencia que permanece y pervive en el territorio que cubre mi piel es el cambio. De continuo, estoy mutando de parecer, perfilándolo, rematándolo, que es lo decente y oportuno, cuando alguien, velis nolis, te hace ver que estabas equivocado.

El abajo firmante, verbigracia, se confiesa un progresista pertinaz, empedernido, porque confía en que todo cambio es portador de progreso (salvo las lógicas excepciones, claro, que vienen a confirmar, precisamente, la regla o norma). Las personas conservadoras, sean conversadoras o no, no anhelan cambiar, porque eso, el cambio, les trastoca los planes, los planos, los esquemas mentales (preconcebidos o concebidos a lo ancho y a lo largo de los años) y esa situación, amén de ponerles de los nervios, les depara inseguridad. Y, si hay algo que ellos detestan, es la inseguridad, mostrarse inseguros, cuando las inseguridades rodean al hombre actual por doquier, cuando vivimos inmersos en un mar de duda, inseguridad y provisionalidad, como la verdad popperiana.

Hoy, por ejemplo, estoy completamente seguro de que lo que me ha sido revelado por mi musa, por Dios o por el azar (vaya usted, atento y desocupado lector, ora sea o se sienta ella, ora sea o se sienta él, a saber), no tiene arista, vértice ni faceta donde quepa hallar un ápice o pizca de hesitación, de falta de convicción, y, por tanto, lo expreso sin sentir una miaja de miedo a equivocarme, aunque lo haga: “Nadie está obligado a ser quien era hace media hora, si hace treinta minutos tuvo una epifanía, mediante la cual coligió y/o supo, a ciencia cierta, que vivía en el error. Ahora no cabe en sí de gozo, al comprobar, de manera fehaciente, cuánto bien le ha traído desprenderse de esa rémora, de ese yugo mayúsculo”.

Nota bene

Como me queda espacio libre, lo aprovecharé para hacer a quien le escriben los discursos, que luego él lee donde sea, una recomendación: que se dé un baño de realidad. Acaso le convenga más mudar de escribidor que mantenerlo en nómina. Y tal vez le sea más beneficioso y fértil escuchar a una veintena de ciudadanos, cara a cara, que, subido en una tribuna, intentar convencerlos con una ristra de medias verdades, que son pésimas mentiras ensartadas. ¿De quién fue la idea de que el Gobierno es un “equipazo”? Le recomiendo encarecidamente que lea cien veces lo que escribió José María Pérez González, “Peridis”, en su viñeta del día 28 de mayo de 2022 en la página 13 de EL PAÍS: “Tengo un equipo extraordinario. Mete muchos goles en mi propia portería” (le hace decir al sujeto, un portero, a quien le escriben los discursos). Yo he contado nueve balones dentro de la red de su meta, unos más grandes que otros. Tengo para mí que, si viviera entre nosotros Luciano de Samósata, el genio satírico hubiera ironizado al respecto y, acaso, desde la aurora hasta el ocaso, hubiera iterado lo que pergeñó para dar cuenta de otro asunto, sentenciando, verbigracia, esto: “dos cosas bellas pueden, juntas, formar un todo monstruoso”. ¿De quién fue la idea de echar mano del adjetivo “formidable”? La primera acepción, heredera del latín, es “temible”. ¿Lo sabía el hacha? Lo dudo. No lo dudo. Lo dudo. No lo dudo. Lo dudo. Lo dudo.

   Ángel Sáez García

   [email protected]

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Ángel Sáez García

Ángel Sáez García (Tudela, 30 de marzo de 1962), comenzó a estudiar Medicina, pero terminó licenciándose en Filosofía y Letras (Filología Hispánica), por la Universidad de Zaragoza.

Lo más leído