¿FRÍO Y HAMBRE NO SON COCES?
A ÓSIP MANDELSHTAM (1891-1938)
Del dictador son sus manos
Las que el poeta destaca.
Cada dedo es una estaca
Donde sebosos gusanos
Alardean de estar sanos;
Las acompaña con voces
Que siegan, como las hoces
Los campos de mies, la vida
Del aedo, que no olvida
Al asno que le da coces.
Ángel Sáez García