ADVIERTO EN EL OSADO A UN INSENSATO
EL CAUTO SE LLEVÓ EL CAMPEONATO
“Lo que distingue al hombre insensato del sensato es que el primero ansía morir orgullosamente por una causa, mientras que el segundo aspira a vivir humildemente por ella”.
Jerome David Salinger, en “El guardián entre el centeno”.
Mientras los virus sigan al acecho,
Carentes de empatía, insolidarios,
Cautos hemos de ser con los contrarios,
Nuestra garganta proteger y pecho.
Hemos de resguardar, del suelo al techo,
Nuestra casa con medios no precarios,
Si queremos vencer los malos farios
Y salir, cual equipo, satisfecho.
Dicen que la fortuna favorece
Al congénere audaz, al atrevido,
Pero quien se fijó en el precavido
Salió airoso del brete, y amanece,
Como aquí cada nuevo día lo hace,
Vivo; descansa el arrojado in pace.
Ángel Sáez García