La dictadura bolivariana expulsa a todas las instituciones que buscan velar por la defensa de los Derechos Humanos

Argentina blanquea la violación de DDHH del régimen de Maduro: «Es un problema que fue desapareciendo»

Alberto Fernández intenta vender la tesis de que los crímenes de lesa humanidad ya no se comenten poco antes de la negociación de la dictadura con la oposición

Argentina blanquea la violación de DDHH del régimen de Maduro: "Es un problema que fue desapareciendo"
Nicolás Maduro y Alberto Fernández PD

Alberto Fernández blanquea la violación de Derechos Humanos por parte de su socio, el régimen de Nicolás Maduro.

El presidente argentino señaló que ese “problema” estaba “desapareciendo” en la nación caribeña que vive desde hace años una grave crisis humanitaria, política y social sin precedentes bajo la dictadura de Nicolás Maduro.

Una afirmación bastante sorprendente, cuando las organizaciones nacionales e internacionales siguen denunciando detenciones arbitrarias, ejecuciones extrajudiciales y torturas, entre otras formas de opresión e intimidación de la oposición.

“Lo digo con mucha franqueza: muchos de izquierda me criticaron porque apoyé el informe de (Michelle) Bachelet (Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos) cuando marcó acciones del gobierno venezolano que atentaban contra los derechos humanos, pero también trabajé para ayudar a Bachelet para que encare en Venezuela una oficina permanente que haga un seguimiento sobre el funcionamiento de los derechos humanos. Y ese problema poco a poco en Venezuela fue desapareciendo. Hay un camino para resolver los problemas que no pasa por meterse en los países ni de forma armada ni con bloqueos”, dijo Fernández en declaraciones a una estación de radio de Buenos Aires.

Hasta el momento, el régimen de Maduro no ha permitido que se instale una oficina permanente de la ONU en Caracas para monitorear las sistemáticas violaciones a los derechos humanos que padecen los venezolanos. Incluso los tres funcionarios de Naciones Unidas que están en el país latinoamericano están con sus visas vencidas: es decir, Caracas no les renovó siquiera sus permisos para trabajar allí.

La estadía de estos enviados de Bachelet fue acordada entre la ex presidenta chilena y Maduro en 2019, en un intento del régimen para satisfacer a medias los pedidos de la Alta Comisionada que quería la instalación de una dependencia permanente en la capital venezolana. Al no contar con una oficina propia, no pueden manejarse con independencia y deben pedirle permiso al gobierno para cualquier movimiento.

En marzo pasado, luego de su último informe sobre derechos humanos, Maduro quedó muy molesto con Bachelet por las denuncias que habían quedado plasmadas en el documento. Por tal motivo, a los tres funcionarios no se les renovó sus visas. El Palacio de Miraflores espera una evaluación más benevolente para poder retomar los lazos con la oficina en Ginebra y emitir esos permisos temporarios, según supo Infobae. En septiembre se termina el acuerdo entre las partes y los delegados podrían retornar a Europa.

Los últimos informes de las Naciones Unidas redactados por la oficina de Bachelet son contundentes. En el documento dado a conocer el pasado 11 de marzo, la Alta Comisionada se refirió a la violación de derechos humanos en Venezuela. Se registraron “al menos 66 casos de intimidación, acoso, inhabilitación y criminalización de periodistas, medios de comunicación, defensores de los derechos humanos, trabajadores humanitarios, líderes sindicales y miembros o partidarios de la oposición, incluidos los miembros electos de la Asamblea Nacional de 2015 y sus familiares”, de acuerdo al informe.

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