No solo es materia reservada para los grupos de la oposición.
También debe serlo para los ministros que conforman el Gobierno de Pedro Sánchez.
Quienes estaban citados para viajar el 12 de marzo de 2022 a la isla de La Palma con motivo de la Conferencia de Presidentes, vieron con desagradable sorpresa que el jefe del Ejecutivo les había fletado un chárter.
Tal y como cuenta Okdiario, el cabreo de varios de los titulares del gabinete sanchista era tremebundo.
Y es que, dado que este es un Gobierno que supuestamente está preocupado por los altos niveles de contaminación, lo lógico es que todo el séquito presidencial hubiese ido en el avión presidencial, en el Falcon.
Pero Sánchez dijo nones y no les quedó más remedio a esos ministros que tomar el avión que el propio Ejecutivo había fletado, un chárter operado por la compañía Iberia.

Así que las vicepresidentas primera y tercera, Nadia Calviño y Teresa Ribera, respectivamente; el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares; la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero; la ministra de Sanidad, Carolina Darias y el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, tuvieron que partir desde la Base Aérea de Torrejón.
Otros que tuvieron más fortuna y viajaron en Falcon, pero diferente al de Sánchez fueron los titulares de Presidencia, Félix Bolaños; Interior, Fernando Grande-Marlaska y Política Territorial, Isabel Rodríguez.
CUANDO EL AVIÓN OFICIAL SE USA PARA ACTOS DEL PSOE
A Pedro Sánchez lo salva en esta ocasión el hecho de que haya recurrido al Falcon para un evento de carácter oficial.
Pero a nadie se le escapa que el hecho de no dejar a los ministros que viajen con él vuelve a poner en el punto de mira al presidente del Gobierno por el uso abusivo de los aviones del Ministerio de Defensa.
Porque, al igual que muchos responsables de las carteras del Gobierno Sánchez viajaron hasta la Isla Bonita en un vuelo chárter, también podía haber copiado el ejemplo el propio inquilino de La Moncloa.
Por eso no es de extrañar la opacidad que existe en torno al uso del Falcon.
Cada vez que se cuestiona por ese uso, surge de inmediato una primera respuesta:
Es materia especialmente sensible
Y si con esas tres palabras no quedase meridianamente claro, aquí va una ampliación:
Tanto los informes sobre movimientos de aeronaves militares como los planes de protección de autoridades y pasajeros sometidas a la misma, y en concreto, los informes y datos estadísticos sobre movimientos de fuerzas, buques o aeronaves militares, deben tratarse como materia clasificada con el máximo grado de protección.
Todo con tal de escurrir el bulto y no dar datos que dejen a Sánchez en evidencia. Es decir que recurre al Falcon para actos meramente de partido, del PSOE.

