Imagínense si el horno no está para bollos en el Congreso, lo que está pasando en la sede parlamentaria de la Comunidad de Madrid, pues más o menos lo mismo.
El Pleno de la Asamblea de este jueves 1 de octubre de 2020 dejó a una Isabel Díaz Ayuso repartiendo mandobles en defensa propia, ante los ataques mezquinos de la izquierda siguiendo las órdenes del Gobierno de la Nación y olvidándose de la libre circulación de los madrileños.
El socialista Ángel Gabilondo -aunque bastante poco- y la exaltada podemita Isa Serra –condenada a 19 meses de cárcel por atacar a la Policía– trataron de apretar las tuercas a la Presidenta de la Comunidad, pero ni por esas consiguieron hacerle cosquillas a Ayuso.
Fíjense a la violencia verbal de la podemita:
¡Estamos hartos de que no entiendan que necesitamos rastreadores, de que no refuercen la atención primaria y maltraten a los sanitarios y docentes! ¡Hartos de su victimismo, de su fanatismo ideológico! ¡Y hartos de su ineptitud! ¡Estamos hartos de usted!
Pues bien, la respuesta de Ayuso, categórica:
Nos han impuesto una orden en la que no tienen en cuenta la capacidad de elasticidad de la Comunidad de Madrid, que nuestras UCIs se pueden triplicar. Esa orden ha sido estudiada de manera cuidadosa y política por parte de su Gobierno, de sus jefes en La Moncloa y a los que ustedes se someten constantemente y nunca en favor de los madrileños.
Ustedes que tanto hablan de Vallecas, en esa falsa dicotomía demagógica de pobres y ricos que no se cree la gente trabajadora a la que usted nunca ha pertenecido, que con las medidas que se han aprobado ahora los ciudadanos de estas zonas en lugar de estar 15 días con movilidad restringida pueden estar meses… ¡Díganles la verdad cuando vengan a manifestarse! ¡Díganles que su Gobierno es el que les va a restringir la movilidad y encima sin criterios objetivos! Así que a hacer la política, a La Moncloa, ¡no aquí!