¿Debe recibir la princesa Leonor formación militar?
Los españoles lo tienen muy claro y han dejado bien claro que la heredera al trono de España tiene que tener nociones en ese apartado.
De hecho, dos de cada tres ciudadanos consideran que es esencial que se adentre en esa enseñanza y así contar con una preparación más extensa, amén de la que reciba en otras instituciones académicas.
Esa es una de las principales conclusiones que se extrae del sondeo efectuado por GAD3 para el periódico ABC este 15 de agosto de 2021 y que se centra en diversos aspectos de la Casa Real española.
Por supuesto, ese dato de que un 66,5% está a favor de que Leonor curse estudios en una academia militar difiere bastante en función de la ideología de los encuestados.
Es una obviedad resaltar que los votantes de las formaciones de corte nacionalista-separatista y Unidas Podemos se niegan en redondo a que Leonor curse ese tipo de estudios y solo un tercio de sus electores ve con buenos ojos esa medida.
Dentro del PSOE, se aprueba esa formación militar, si bien apenas traspasa del 60%. Entre los votantes de Ciudadanos el respaldo es algo mayor, un 72% y ya yendo a los afines al PP y VOX se aprueba por encima del 90% que la hija mayor de Felipe VI y Letizia Ortiz cuente con ese barniz militar.
RECHAZO AL REY EMÉRITO
La encuesta de la empresa demoscópica de Narciso Michavila también hace una incursión por la valoración que los ciudadanos hacen de sus diferentes miembros.
En líneas generales, el nivel de satisfacción de los ciudadanos con la Familia Real es elevado.
Así las cosas, Felipe VI se acerca al notable. Los españoles puntúan con un 6,8 la labor del monarca al frente de la Casa Real.
La heredera, la Princesa de Asturias, no le va a la zaga, y cuenta con una nota de 6,4.
Su madre, la reia Letizia, no llega por muy poco al bien y se queda en un 5,9.
El único lunar negativo para la Casa Real llega a la hora de evaluar el papel del rey emérito, de Juan Carlos I.
Las informaciones que vienen saliendo en determinados medios socialcomunistas y la imposibilidad de que él pueda defenderse en las mismas condiciones han provocado que los españoles no estén por la labor de darle siquiera el aprobado y se queda en un 4,3.
Y, aunque se dice que mal de muchos, consuelo de tontos, lo cierto es que muchos políticos en España siquiera alcanzan ese 4 de valoración.