Hace un año, cinco ministros del Gobierno y sus cónyuges compartieron un fin de semana en La Rioja, donde se fraguó un frente de oposición a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, y su gestión «tecnócrata«.
Entre los conspiradores estaban el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, o el entonces titular de Agricultura, Miguel Arias Cañete, como cabezas más visibles de lo que denominaban «el G-5«.
Este año, las reuniones del grupo han sido frecuentes y conocidas, lo que ha terminado por irritar a su jefe de filas.
El presidente Rajoy considera que, con las elecciones a la vuelta de la esquina, no es momento para la división y ha llamado al orden.
Según ‘El Economista’, los ministros anti-sorayos, precisamente los más cercanos a Rajoy, han decidido evitar polémicas y acatar el mandato, ostentándolo en público.
Así, cuando sean preguntados sobre este asunto contestarán:
«Soy del G-14», es decir, del Gobierno en su conjunto.