Arquitectura religiosa olvidada. 13. En Vega de Valdetronco y Villavellid

Por José María Arévalo

( Ermita de Nuestra Señora de Canteces, en Vega de Valdetronco. Acuarela de Francisco Pedro Roldán Morales, en el libro “Las ruinas de Dios. Arquitectura religiosa olvidada en la Provincia de Valladolid” ) (*)

Seguimos viendo monumentos en ruina en el Partido judicial Mota del Marqués, con el texto y fotos que recoge el libro “Las ruinas de Dios. Arquitectura religiosa olvidada en la Provincia de Valladolid”, de los arquitectos vallisoletanos Juan José Fernández Martín, Francisco Pedro Roldán Morales, José Ignacio Sánchez Rivera y Jesús Ignacio San José Alonso, que venimos reseñando. Vamos a acercarnos hoy a Vega de Valdetronco, para ver la Ermita de Nuestra Señora de Canteces o del Cementerio, y en Villavellid para entrar en la Iglesia Parroquial de San Miguel Arcángel.

Vega de Valdetronco

Ermita de Nuestra Señora de Canteces o del Cementerio

( Ermita en Vega de Valdetronco. Enterramientos. Foto en el libro “Las ruinas de Dios. Arquitectura religiosa olvidada en la Provincia de Valladolid” ) (*)

Al sureste de la localidad, junto a una curva de la Nacional VI, se encuentran las ruinas de la antigua ermita de Nuestra Señora de Canteces (Cartografía Militar de España: Hoja 15-15, 1/50.000, «Tordesillas», del Servicio Geográfico del Ejército, año 1975. Cuadrícula 323 4607. Figura el icono de cementerio junto a la carretera nacional). Era un edificio de la Cofradía homónima que, en 1771, se extinguió para que el templo pasara a ser iglesia parroquial mientras se construía un nuevo edificio para la parroquia (Catálogo Monumental, Mota del Marqués, p. 264).

Vuelta la parroquia a su iglesia de San Miguel Arcángel, la ermita de Canteces acogió el cementerio, que aún hoy está en su contorno. No sabemos cuándo se produjo la ruina del edificio, como actualmente se halla, dando una imagen muy personal del pueblo a todos los que circulan por la autovía.

Se trata de un templo de una nave con tres tramos y capilla mayor de menor anchura que la nave. Tanto de la nave como de la capilla sólo quedan parte de sus muros, asentados sobre un basamento con derrame que salva el desnivel del terreno, que desciende en dirección noroeste. La estructura de la nave resulta muy similar a la de la parroquia del Salvador y la de Santiago en Valladolid, en las que luego se rellenaron los espacios entre los arcos con bóvedas tabicadas.

( Ermita de Nuestra Señora de Canteces, en Vega de Valdetronco. Foto en el libro “Las ruinas de Dios. Arquitectura religiosa olvidada en la Provincia de Valladolid” ) (*)

Ya en los años 70 sólo se conservaban los muros y arcos fajones y, a juzgar por las fotos publicadas se puede comprobar que, afortunadamente, la ruina no ha progresado mucho desde entonces.

El que los arcos fajones se hayan mantenido al aire durante décadas habla a las claras de un buen funcionamiento constructivo, con potentes contrafuertes de piedra bien labrada y una importante cimentación que se aprecia en el basamento, de piedra vista.

Por su parte la espadaña, de peor labra en su despiece de piedra, presenta una grieta que abarca desde el dintel de la puerta, situada en su parte baja, hasta la ventana situada en el centro del paño. El conjunto de la espadaña se encuentra ligeramente desplomado hacia el sur, lo que puede ser consecuencia del descalce de la cimentación, al desaparecer parte del terraplén frente a la espadaña, o del exceso de peso al alzarse la espadaña sobre un muro que no se proyectó para este uso.

Villavellid

Iglesia Parroquial de San Miguel Arcángel

Se encuentra a las afueras del caserío, en el extremo noroeste. Está rodeada por un murete de piedra, que forma un recinto entorno a la iglesia delimitando un atrio al que se llega a través de un camino de losas de piedra que desemboca frente a la portada del templo.

Es una iglesia de grandes dimensiones que debía tener todavía algún uso en 1976 (Catálogo Monumental “Mota del Marqués” p. 310), aunque no ya como parroquia ni iglesia sino como granero (M. J. MAS MARQUÉS, p. 89: «también están dejando caer la iglesia de San Miguel, que ahora es un granero»), pues la escasa población del pueblo se bastaba con la otra pequeña iglesia, más cercana al caserío.

( Iglesia Parroquial de San Miguel Arcángel, en Villavellid. Foto del libro “Las ruinas de Dios. Arquitectura religiosa olvidada en la Provincia de Valladolid” ) (*)

El edificio, de planta rectangular, es un amplio salón de tres naves con tres tramos entre pilares y arcos de medio punto. La cabecera remata en una estrecha capilla de planta rectangular elevada sobre el piso de la nave. Su volumen se proyecta al exterior rematado en frontón triangular, todo del XV (Inventario Artístico de Valladolid y provincia, p. 355). .

En el interior los tres tramos de la nave central se cubren con bóvedas de arista (muy deterioradas), así como los primeros tramos de las naves laterales y la capilla de la cabecera, de manera que destacan un crucero al exterior marcado por frontones que, como el de la capilla mayor, se dibujan sobre los muros junto a la cabecera. Ello condiciona la forma de la cubierta que marca claramente en planta la forma de cruz.

En la nave de la Epístola se encuentra el acceso al templo, dando fachada a la población, con una portada plateresca de arco de medio punto entre elegantes columnas abalaustradas portantes del entablamento. Dos medallones con bustos en relieve decoran los riñones del arco.

( Dibujo-reconstrucción de la Iglesia Parroquial de San Miguel Arcángel , de Villavellid, en el libro “Las ruinas de Dios. Arquitectura religiosa olvidada en la Provincia de Valladolid” ) (*)

La puerta se protegió en otro tiempo con pórtico cerrado cubierto por estructura de madera, del que quedan escasos restos, cerrando junto a la cabecera por la sacristía, en estado de ruina.

A los pies de la nave central se eleva una potente torre de planta cuadrada cuya escalera de subida, formada por un tramo recto a su inicio y el resto de caracol, se aloja en el espesor de su muro sur. De sus tres pisos, los dos inferiores, herméticos, sólo se iluminan por una ventana de medio punto con derrame. El cuerpo bajo se cubre con bóveda de arista y abre a la nave mayor por arco de medio punto de intradós biselado. El segundo cuerpo es una estancia cubierta con bóveda de cañón. Sobre estos dos cuerpos, previo al de campanas, debió existir otro cubierto con estructura de madera, a juzgar por la altura a que se encuentran las arcadas de las campanas. El campanario se cubre con cúpula de ladrillo, hoy agrietada y semiderruida.

Al exterior la torre no marca sus plantas interiores, y su estructura se divide en tres partes también: sobre un zócalo escalonado, un potente fuste da paso al cuerpo de campanas y marca su transición por imposta de placas. El campanario es de arcos de medio punto entre pilastras toscanas en los extremos de sus caras. Remata en una cornisa sobre la que se asienta un pretil coronado por bolas sobre pirámides (Catálogo Monumental, Mota del Marqués, p. 310: el autor piensa que debió tener chapitel de escamas como remate).

El edificio está construido en piedra, participando el ladrillo en ejecución de las bóvedas y en algunas reparaciones. Los sillares mejor labrados son los de las fábricas de la torre y portada sur.

El empuje de la cubierta y las bóvedas sobre los muros se contrarresta, en parte, mediante pilastras que se manifiestan al interior del templo, cumpliendo la función de contrafuertes que estabilizan la estructura del conjunto.

Pese a esta solución, en algunos puntos los muros necesitaron ser apeados; así la esquina noroeste y los laterales del hastial de la cabecera, presentan robustos contrafuertes de piedra que mantienen la estabilidad de sus paramentos.

La pérdida de la cubierta de teja ha acentuado el deterioro del edificio; algunas bóvedas se han caído y ello permite ver la estructura de madera de su cubierta, que en la nave mayor se resuelve con cerchas a la española y en las laterales con pares que mantienen la pendiente de la nave central.”

El próximo día entraremos ya en Partido judicial de Peñafiel, y veremos en Aldealbar dos edificios en ruina, la Ermita del despoblado de Muriel y la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Remedios (Primer edificio), siguiendo el interesantísimo libro “Las ruinas de Dios. Arquitectura religiosa olvidada en la Provincia de Valladolid”.


(*) Para ver la foto que ilustra este artículo en tamaño mayor (y Control/+):
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