Orígenes de doña Teresa Gil

Por José María Arévalo

(Las únicas piezas de vestimenta femenina del siglo XIV,1307,  conservadas en España forman parte del ajuar funerario de Doña Teresa Gil en el Monasterio Sancti Spiritus de Toro)

En nuestro artículo del pasado 10 de diciembre “Doña Teresa Gil, un enigma histórico” recogíamos el artículo que acababa de publicar la revista El Mirador, que difunde la asociación de jubilados a la que pertenezco, AMSAFA, de nuestro historiador habitual don José de Castro, en su sección “Rincón de la historia” y que titulaba “Doña Teresa Gil en Valladolid. Un enigma histórico” artículo del mayor interés para los vallisoletanos, pues una de nuestra calles más céntricas lleva su nombre. Por él nos enterábamos de varias curiosidades, como que en el conocido como edificio de las Aldabas vivió algún tiempo Doña Teresa Gil, y que en su testamento legó a los Caballeros del Temple de Zaratán, “sus casas de Valladolid con su huerta y cava que había comprado a Nuño de Valdenebro”; que en ella nació el que sería rey Enrique IV, hijo de Juan II y hermano, como es bien sabido de Doña Isabel La Católica.  De Castro prometía otro artículo con más datos sobre doña Teresa Gil, lo que ha  cumplido en el número siguiente de la revista, de diciembre, y que vamos a recoger ahora. El primer artículo se puede ver en este blog, en:

https://www.periodistadigital.com/tresforamontanos/20201210/dona-teresa-gil-un-enigma-historico-689404398374/

“Desde luego –comienza don José de Castro este segundo artículo que titula “Orígenes de doña Teresa Gil”- que esta Ilustre Dama vivió en Valladolid a finales del siglo XIII no cabe duda alguna puesto que en varios documentos en los Linhagens medievais portugueses (Pizarro, Porto 1999), al referirse a ella la llama doña Teresa Gil “vizinha de Valladolid” ya en 1267.

Los pocos historiadores que la mencionan están de acuerdo en el lugar de su nacimiento: Portugal y le atribuyen ser de origen noble, por lo que según costumbre de la época se antepone siempre a su nombre la doña que solo llevaban las descendientes de casas reales. Quizás de ahí parten los sucesivos errores para su verdadera identificación y que seguramente se han ido copiando por sucesivos autores, sin previa confirmación documental.

En los escasos documentos castellanos en que se le cita, se hace sin apenas detalles biográficos, (lo que era habitual en descendientes de la familia real en cualquier grado y ella no lo era, aunque en Castilla popularmente se antepusiera el título de doña) sobre todo hasta que tiene 25-28 años, lo que no sería creíble si fuera descendiente de la familia real portuguesa, aunque fuera de una rama bastarda. De hecho, no aparece en ninguno de los árboles genealógicos de las casas reales portuguesas de su época. Las referencias a sus posibles ascendientes reales son tan variables como los autores, todos historiadores de al menos un siglo posterior a ella y que con seguridad han copiado los datos sin contrastar.

En la investigación bibliográfica sobre doña Teresa Gil hemos podido encontrar en el libro “Vida de Santo Domingo de Guzmán” de H. del Castillo (1592) una clara referencia al lugar de su nacimiento: Tagilde de la feligresía de Vizela, por los años de 1250-55, donde por ese tiempo nació San Gonzalo de Amarante, famoso dominico muy venerado en la región por su santidad y milagros, uno de los cuales que todavía se rememora es la  construcción de un puente de piedra sobre el rio Vizela que divide el pequeño poblado.

La Quinta de Quinta

De lo que si hay referencias escritas en la bibliografía y genealogía portuguesas es que el señorío de los Riba de Vizela se extendía por aquellas fértiles tierras enmarcadas entre los ríos Miño y Duero y especialmente entre sus afluentes el Ave y el Vizela, donde está situado Tagilde, muy cerca de Guimaraes. Allí en una de las fincas de su propiedad llamada Quinta de Quinta habría nacido  Gil Martín, primogénito del matrimonio Martín Gil- María Anes de Maia, hermano mayor de  Constanza, Guiomar y de Teresa Gil. Esa Quinta desapareció como tal y en su lugar se construyó una Torre que se llamó Quinta de la Torre donde algún tiempo vivió el citado Gil Martín, quien como personaje destacado de la corte de aquellos años (Sancho II, Alfonso III y Dionis I) mantuvo e incrementó el rico patrimonio de los Riba de Vizela. Del testamento original de doña Teresa que se conserva en el Monasterio de Sancti Spíritu de Toro, por ella fundado y heredero de gran parte de sus bienes, apenas se puede conocer de su entorno familiar que tuvo un hermano: Martín Gil I y una hermana: Doña Constanza Gil. A ambos se refiere en distintas mandas de su testamento, y al designar sus propiedades que han de pasar al monasterio, dice textualmente “y lo que creo me corresponde de los bienes de mi hermana Constanza”.

No hay en el documento testal otras referencias familiares (padres, esposo, hijos). Son los libros de genealogía portugueses (Pizarro, Mattoso y Ventura) los que precisan su árbol genealógico, siguiéndolo durante varias generaciones y lo que hemos podido constatar en el oportuno gráfico.

Estos autores la sitúan (como hemos dicho) como miembro del linaje portugués de “RIBA DE VIZELA”, que tuvo su origen en Guimarães, en el rico territorio situado entre el Miño y el Duero, surcado por varios afluentes como el Vizela, del que toma nombre su linaje.

Este linaje, modesto en sus orígenes (1200), fue adquiriendo prestigio y poder, por la proximidad a la Corona de sus miembros fundadores. De esa privilegiada situación obtuvieron beneficios y privilegios que permitieron extender el patrimonio del linaje, no solo a su región de nacimiento, sino a gran parte de Portugal.

Hay que añadir, sin embargo que, al engrandecimiento de los patrimonios de los distintos linajes, contribuyó en buena medida la política de alianzas matrimoniales tendentes a la suma patrimonial, fomentadas entre los miembros de linajes más próximos a los órganos de poder.

De tal modo es así, que a uno de los fundadores del linaje RIBA de VIZELA llamado  Fernando Pires, lo cita Mattoso (uno de los genealogistas antes citados) como perteneciente en 1160 al grupo de “Caballeros de Coímbra”, muy ligados al séquito real, lo que, sin duda, le facilitó el matrimonio con una heredera del linaje de Lanhoso, uno de los más antiguos del país.

Sus privilegios y beneficios fueron heredados por su hijo Martín Fernández de Riba de Vizela, quién hasta la primera década del siglo XIII aparece en los documentos como Alférez Mayor del rey Sancho I de Portugal, del que llegó a ser ejecutor testamentario a su muerte. Tal era la confianza que en él tenía el Rey.

Pero volviendo al árbol que entronca a doña Teresa Gil con éstos Riba de Vizela citados, diremos que los privilegios reales y nombramientos de confianza logrados por Martín Fernández, pasaron a su sobrino Martín Anes (Alférez Mayor y después Mayordomo Mayor de Sancho II), que los mantuvo durante el reinado de este Rey (1223- 1248).

El abuelo de doña Teresa Gil

Este Martín Anes es el gran acumulador de beneficios y privilegios de los Riba de Vizela, por sus puestos clave en el séquito real y sobre todo por las ayudas recibidas después de su matrimonio con doña Estefanía País, sobrina-nieta del célebre maestre del Temple Gualdin País, al que nos referiremos más adelante. Su patrimonio, sin límites regionales, pero de interés para nosotros por ser el abuelo de doña Teresa Gil, va a pasar y con él sus cargos políticos, a su hijo Gil Martín de Riba de Vizela, de modo que en el reinado de Sancho II (1223-1248) éste aparece como Mayordomo Mayor del Rey, además de tenente de Penela y gobernador de Sintra. Es decir, todo un personaje y no solo en Portugal, como veremos. Su patrimonio se extendió hasta Coímbra y Figueiro dos Vinhos . Leontina Ventura en su tesis sobre estos linajes asegura que a su patrimonio ya pertenecían tierras de Viseu, Cota y Maia, aunque estas adquisiciones ilegales de tierras mostrencas lo hubieran sido por no ser denunciadas por sus ocupantes, por miedo a las represalias de la Corte. El mismo sistema parece seguirse según L. Ventura, con tierras de los departamentos de Villares, Devesa y Pazo en la región de Coímbra. Además, el patrimonio de los Riba de Vizela se incrementó de modo sustancial tras el matrimonio de Martín Anes (padre de Teresa Gil) con Estefanía País) sobrina y heredera de Gualdin País (Maestre del Temple y tenente del Castillo de Tomar y de su amplísima comarca), como he dicho. Este castillo en parte en ruínas, es visitable aún. A este rico patrimonio a los efectos de heredad de doña Teresa Gil, habría que añadir los de procedencia de su madre María Anes dicha heredera del poderoso linaje de Maia.

Cuatro hijos de Gil Martín

Pues bien, a este matrimonio Gil Martín/María Anes los genealogistas portugueses no dudan en atribuirles la paternidad de cuatro hijos: Martín Gil I, Constanza Gil, Guiomar Gil y Teresa Gil. Seguramente por este orden de nacimientos, aunque la carencia de certificados de nacimiento de la época nos impida confirmarlos. Por algunos documentos de la época hemos podido seguir el curso de la vida y evolución de las haciendas de sus tres hermanos mayores. Más difícil, sin embargo, ha sido seguir la trayectoria de doña Teresa.

Aunque no hay constancia de las fechas de matrimonio de los padres de doña Teresa, sí que consta que cuando en 1264, su padre pasó al servicio de la corona de Castilla en Sevilla (por incompatibilidad con el rey de Portugal), habían nacido sus cuatro hijos mencionados.

Constanza y Guiomar permanecieron en Portugal; la primera casó con un Souvirosa y se integró en su importante linaje, en tanto que Guiomar fue religiosa en el Monasterio de Arouca, donde falleció siendo abadesa en 1286.

En cuanto a Martín Gil I, el mayor de los cuatro hermanos, sabemos por documentos de los reinados de Alfonso X (Castilla) y Alfonso III (Portugal), que adulto ya (como lo demuestra ser tenente de Penela y Beira), pasó a Castilla con su padre Gil Martín, en esta ocasión al servicio de Alfonso X el Sabio.

Recordemos que unos años antes (1247) siendo Gil Martín Mayordomo Mayor del rey Sancho II, como prueba de fidelidad le acompañó al exilio a Toledo. Muerto Sancho II en 1248, vuelve Gil Martín a Portugal como Mayordomo Mayor de Alfonso III, hermano y sucesor de Sancho II, pero su incompatibilidad con Alfonso III, es tan patente, que en 1264 pasa de nuevo a Castilla, pero esta  vez no al exilio sino al servicio de Alfonso X, como decíamos.

Pasó con su padre a Castilla a finales de 1264

En este segundo traslado de Gil Martín a Castilla, hacia finales de 1264, le acompaña su hijo Martín Gil I. Pero, así como se dice y figura en documentos de la época la presencia junto a su padre de Martín Gil, no se encuentra referencia directa a doña Teresa que debió pasar con ellos “siguiendo a la corte”. Solamente Pizarro dice de ella “que pasó con su padre para Castilla a finales de 1264 y fue ciertamente criada o acabada de criar en los sitios reales donde su padre servía”. Es decir, tendría alrededor de 10 años, por lo que habría nacido hacia 1255.

Las inexactitudes respecto a la edad son justificables por la falta de registros, incluso las imprecisiones de algunas fechas como la cita de C. Michaelis que dice “Doña Teresa Gil, hija de D. Gil Martín y de Doña María Anes, pasó a Castilla donde entró en los círculos regios alrededor de 1260, nombrándose allí favorita del hijo segundo de Alfonso X, Sancho el Bravo”.

Se entiende que favorita, (por la edad de ambos muy similar) quiere decir protegida. Y aquí  comienza un capítulo de su vida, el de su imprecisa adolescencia, del que la carencia de referencias documentales y los escritos portugueses apoyados en esa cita, han pretendido justificar los privilegios que doña Teresa obtuvo de la corona de Castilla y por los que se le adjudicó popularmente el título de RICAHEMBRA DE CASTILLA.

Imprecisa adolescencia

Pero de ahí a concluir que era “favorita”(amante) de Sancho IV, cuando ambos tenían por entonces 8 y 10 años respectivamente, parece exagerado. Ni M. Gaibrois, seguramente la escritora que más profundamente conoce el reinado de Sancho IV, lo puede admitir.  Si la expresión de “favorita” quiere hacer referencia a años posteriores, es decir cuando ya tenía alrededor de 20 años (Doña Teresa nunca volvió a Portugal), no se puede contrastar por no reflejarse en los documentos, aunque los autores portugueses insisten en llamarla “barrega” del que sería Sancho IV el Bravo, sin más justificación. No se vuelven a encontrar noticias relativas a doña Teresa hasta 1276 en que recibe como privilegio de Alfonso X a instancias de su hijo Sancho, los derechos reales y señoriales de Sabugal, villa cercana a la raya de Portugal (próximo a Guarda) y su amplio territorio, lo que ocurría al año siguiente del fallecimiento en Castilla del padre de doña Teresa. Se podría interpretar como privilegio a su hija, huérfana, y para pagar los servicios prestados por su padre a la Corona.

Por otra parte, estos privilegios y exención de impuestos (portazgo, yantar, martiniega, fonsadera) se aplicaron hasta principios del siglo XVI, indistintamente a entidades sobre todo religiosas (Abadías, Monasterios, Ordenes Militares) o a personajes con actividades próximas a la Corona a las que se “pagaba sus servicios”, de modo que históricamente se ha podido comprobar que esos privilegios se habían incorporado al patrimonio de los adjudicatarios.

Vecina de Valladolid

Esta sería la situación de doña Teresa Gil (entre 23 y 25 años de edad) a quién ya en 1276- 80 se le reconoce en documentos de la época como “vizinha de Valladolid”, habitando seguramente en las casas de su propiedad que tenía en la calle que lleva su nombre y que como hemos dicho debían corresponder a la llamada “Casa de las Aldabas”.

La convivencia en el ámbito de la Corte con Sancho en la adolescencia de ambos debió ser muy escasa puesto que en su juventud Sancho y siendo su ayo Fray Juan de Zamora, franciscano, se había educado bajo la protección de su madre Doña Violante, casi constantemente en Castilla y con una dirección profundamente religiosa.

A sus 14 años fue encargado por su padre para sustituirle en numerosas funciones políticas de modo que muchos documentos jurídicos de concesión de privilegios aparecen firmados solo por Sancho. Después de 1275 a la muerte del primogénito Fernando, Sancho se puso al frente del ejército para continuar la reconquista de Andalucía, momentos en que era más manifiesta su enfermedad de tuberculosis.

Las ausencias de Alfonso X pretendiendo la Corona Imperial de Alemania y su dedicación exclusiva a la cultura dio lugar, simplificando la situación, a la indisposición de la nobleza que encabezada por Sancho juntamente con el clero, pretendieron nombrar sucesor a Sancho. La residencia de la Corte estaba con frecuencia en Valladolid desde 1282 año en el que se llevó a cabo el matrimonio de Sancho con doña María Alfonso de Meneses (después María de Molina).

Para entonces doña Teresa Gil ya había sido nombrada Abadesa de las Huelgas Reales que como he dicho había fundado recientemente doña María de Molina en su “Palacio de la Magdalena”.

Sobre el enterramiento de doña Teresa Gil en el convento de Toro que ella fundara, hemos escrito el 08.10.20 nuestro artículo “Monasterio Sancti Spiritus el Real, de Toro” que puede verse en estas páginas pinchando en:

https://www.periodistadigital.com/tresforamontanos/20201008/monasterio-sancti-spiritus-el-real-de-toro-689404360612/

 

OFERTAS BRONCE

¡¡¡ DESCUENTOS ENTRE EL 1 Y EL 20% !!!

Desde el descuento más pequeño a las ofertas más increíbles, actualizadas diariamente

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Tres foramontanos en Valladolid

Con el título Tres foramontanos en Valladolid, nos reunimos tres articulistas que anteriormente habíamos colaborado en prensa, y más recientemente juntos en la vallisoletana, bajo el seudónimo de “Javier Rincón”. Tras las primeras experiencias en este blog, durante más de un año quedamos dos de los tres Foramontanos, por renuncia del tercero, y a finales de 2008 hemos conseguido un sustituto de gran nivel, tanto personal como literario.

Lo más leído