Dónde está la tumba de Alonso Berruguete

Por José María Arévalo

Toda la red que he consultado reconoce que Alonso Berruguete recibió sepultura en la iglesia de Santa María de la Asunción de Ventosa de la Cuesta, parece que bajo su altar mayor, pero esto último ya no es tan seguro, ya que se afirma que fue enterrado en esa iglesia por lo que dicen las fuentes documentales, pero no por lo que se haya podido comprobar fehacientemente. Por eso ahora el Ayuntamiento de Ventosa de la Cuesta se ha propuesto encontrar su tumba; El Día de Valladolid lo contaba añadiendo como subtítulo “El gran renacentista que descansa en su señorío”.

Efectivamente la trayectoria de Alonso Berruguete tan ligada a Valladolid y Paredes de Nava, donde vivió y tuvo sus talleres, también está vinculada a un pequeño pueblo de Valladolid: Ventosa de la Cuesta, un municipio enclavado en la Tierra de Medina que cuenta con 97 habitantes que, en su mayoría, se dedican a la agricultura. Berruguete compró en 1559 el Señorío de Ventosa al Emperador Carlos V por 1.920.000 maravedíes para que este pudiera sufragar las guerras europeas que mantenía. Poco disfrutó el escultor de esta adquisición al pie de la Cañada Real Burgalesa, ya que falleció en Toledo en 1561, mientras trabajaba en el sepulcro del cardenal Tavera, que quedó sin terminar. De hecho, su mujer, la riosecana Juana de Pereda, se retiró a este paraje medinense, abandonando su residencia de Valladolid.

 (Casa de Alonso Berruguete en Valladolid. Dibujo de Valentín Cardera, grabado en 1836)

 Prospección con georradar

Efectivamente María Luisa Escalante, alcaldesa de Ventosa de la Cuesta, es partidaria de que se pueda emplear un georradar para buscar en la iglesia de este municipio la tumba del imaginero castellano Alonso Berruguete, tal y como propone el PSOE en una moción que ha llevado al Pleno del Consistorio.

Así lo afirmó Escalante, en declaraciones a Europa Press, quien se mostró partidaria de apoyarla y de intentar buscar la financiación para poder hacer la búsqueda. De igual forma, la regidora subrayó que se necesitará también autorización por parte del Arzobispado, ya que la prospección con georradar para buscar la tumba del escultor se realizaría en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de esta localidad.

María Luisa Escalante insistió en que los escritos dicen que Alonso Berruguete falleció en Toledo, pero dejó escrito en su testamento su deseo de ser enterrado en la iglesia de Ventosa de la Cuesta, ya que había adquirido en vida el señorío de Ventosa.

El gran manierista

Fue el artista –explica El Día, acompañando la noticia- que introdujo el Renacimiento en España; el portador del aire de Italia que encontraba en la antigüedad la mejor manera de ser moderno. Alonso Berruguete se empapó del gusto por los clásicos del siglo XVI en Roma y Florencia y lo trasladó a golpe de cincel en su obra. Fue un pionero del Manierismo, un estilo que exageraba las formas sin perder la elegancia. Su nombre también se posiciona como uno de los grandes escultores hiperrealistas . Y es que su sello se encuentra en obras magistrales de rostros sufridos y cuerpos contorsionados que aportan una mezcla de dinamismo y dramatismo. Pura esencia.

Berruguete nació en la localidad palentina de Paredes de Nava. Desde el minuto uno estaba predestinado a ser artista. El hijo de Pedro Berruguete aprendió de su progenitor hasta que se trasladó al país de la bota, donde estudió la obra de Leonardo, Donatello, Rafael y Miguel Ángel. A su ADN artístico se sumó mucho conocimiento de los mejores. Tras cargarse de sabiduría regresó a tierras españolas, en las que contribuyó a renovar la escultura del momento. Un camino guiado por un nuevo lenguaje que recorrió junto con Diego de Siloé y Bartolomé Ordóñez. Este trío pasó a denominarse el grupo de las águilas del Renacimiento español. Ha pasado a los anales de la historia del arte por su trabajo como escultor”.

( Exposición “Alonso Berruguete: first sculptor of Renaissance Spain”)

Sobre el  Manierismo y Alonso Berruguete hemos escrito muchos artículos, uno de los últimos el 22.10.20,  titulado “El Meadows Museum abre por fin la exposición de Alonso Berruguete” sobre el traslado del retablo de San Benito, de Berruguete, habitualmente en nuestro Museo Nacional de Escultura, al museo americano durante buena parte del año pasado; al que siguió “Berruguete sale del Museo de Escultura” del  30.11.19  ; y antes, el 05.08.17, el titulado “Alonso Berruguete y el Renacimiento, en el Palacio de Villena”, que puede verse en https://www.periodistadigital.com/tresforamontanos/20170805/alonso-berruguete-y-el-renacimiento-en-e-689403950556/

Para entender el Manierismo de Berruguete les recomiendo lean la explicación que dábamos en el citado “Berruguete sale del Museo de Escultura”, en el que señalábamos cómo Alonso Berruguete se adelanta al Barroco del XVII, es uno de los principales exponentes del Manierismo, junto al también escultor Juan de Juni, y en pintura El Greco. Ya hemos comentado muchas veces la importancia que Arnold Hauser concede al Manierismo, que equipara a la que siglos después tendría el Impresionismo, en su “Historia Social la Literatura y el Arte”. Por ejemplo, en nuestro artículo “Valladolid es manierista”, de 31.08.07, decíamos, quejándonos de lo poco que lo valoramos en nuestra ciudad, que “Afirma Hauser que el Manierismo es un movimiento tan importante para la evolución del arte como el Impresionismo, cada uno en su época, y que los momentos más importantes de Cervantes y Shakespeare – a estos autores sí los valoramos – fueron manieristas. El imperio de lo subjetivo que defendieron los impresionistas frente a la objetividad de las formas clásicas, y que sigue siendo la clave de los mil y un movimientos artísticos contemporáneos, tuvo un precedente muy significativo en el movimiento manierista del que son figuras destacadas nuestros Alonso Berruguete y Juan de Juni. Efectivamente la crítica, valorando su distanciamiento de los cánones del Renacimiento y su aportación al Barroco, ha puesto de manifiesto no hace mucho la decisiva influencia del Manierismo.

(Portada de la casa de Berruguete, en Valladolid,  hoy)

Este y varios textos más de Hauser sobre el Manierismo pueden verse en nuestro artículo en  https://www.periodistadigital.com/tresforamontanos/20191130/berruguete-sale-del-museo-de-escultura-689404166475/

Más documentos sobre su enterramiento

Otro dato interesante –continúa El Día-, en opinión de Alberto Alonso Álvarez, portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Ventosa de la Cuesta, es que en las capitulaciones de venta el Emperador autorizó la construcción de una casa fuerte, una casa con honores de fortaleza, pero de la que no quedan vestigios. En este punto, recuerda que varios son los documentos que indican que el cadáver de Alonso Berruguete fue trasladado desde Toledo hasta esta localidad para ser enterrado bajo el altar mayor de la iglesia de Santa María de la Asunción.

Además, añade, en los libros de fábrica de la iglesia están reflejados los pagos realizados por su viuda para la sepultura. Aparecen también referencias en varias investigaciones realizadas por historiadores como, por ejemplo, Pascual Madoz en el Diccionario Geográfico Estadístico Histórico de España y sus posesiones de Ultramar, o José Martí y Monsó en Estudios Histórico-Artísticos relativos a Valladolid. Pistas que conducen a que la tumba del escultor se encuentre en este lugar de forma octogonal y con un coro elevado a los pies. Eso sí, el punto exacto no se conoce porque no existen losas sepulcrales ni una inscripción que lo constate. La única certeza reside en los libros.

Bellísimo retablo dedicado a San Miguel

Así Ventosa de la Cuesta considera que ha llegado el momento de encontrar la sepultura en esta iglesia que cuenta con un bellísimo retablo dedicado al Arcángel San Miguel. La localización de la tumba se realizaría mediante prospección con georradar, para lo que la Universidad Autónoma de Madrid ha presentado ya un proyecto con un presupuesto muy asequible, que prevé analizar una superficie de 50 metros cuadrados.

Este hallazgo sería clave por el mismo hecho de encontrar el lugar concreto de la sepultura del escultor más grande del Renacimiento español. «Es paradójico -comenta el concejal promotor- que después de toda una vida dedicado a crear para otros los sepulcros más bellos que la piedra puede dar, Berruguete no tenga siquiera una triste lápida con una inscripción dedicada a su memoria»; para, a continuación, añadir que para el pueblo sería un recurso turístico de importancia, pudiendo unir una ruta entre el Museo de Escultura Policromada de Valladolid con Ventosa de la Cuesta, lugar de su señorío y enterramiento.

A esto se sumarían otros recursos turísticos como la solicitud de declaración de Bien de Interés Cultural que están tramitando con la Junta de Castilla y León para su monumento de Semana Santa, que es el último de doble lienzo que queda en la Comunidad. Juntos, se podría crear un conjunto muy visitable para potenciar su patrimonio histórico y cultural.

Es verdad, admite, que en la localidad vallisoletana no queda ningún vestigio relacionado con él, tan solo la documentación relativa a la iglesia, que se encuentra en el Archivo Diocesano de Valladolid. «Será una buena manera de poner en valor el patrimonio de nuestro pueblo y creemos que el ayuntamiento de Ventosa de la Cuesta tiene una obligación ineludible en esta cuestión. Puede ser un recurso turístico de gran interés no solo para nuestro municipio, sino para toda la comunidad autónoma

Método no invasivo de análisis

La idea recoge que se puede realizar una primera prospección que ya reflejaría alteraciones en el suelo, indicando en qué lugar podría estar la fosa y cuáles son sus dimensiones, tal y como les han comentado desde la Universidad Autónoma de Madrid. Y es que todo surgió, cuenta, por mediación de un amigo geólogo que les puso en contacto con el departamento de Arqueometría de la Facultad de Geografía e Historia, el cual les mandó una memoria sobre el trabajo a realizar. «Consiste en la utilización de un georradar de penetración terrestre que mide las alteraciones del campo electromagnético de la zona que se va a estudiar».

En este punto, detalla que se trata de un método no invasivo de análisis de materiales basado en la transmisión de ondas electromagnéticas de banda ultra ancha en los materiales; en el rango 10 MHz a 2,6GHZ. «Una parte de la onda electromagnética se refleja cuando se alcanza un límite entre dos materiales con diferentes propiedades eléctricas. La señal reflejada se graba en la fuente de la onda EM y se muestra para el ordenador y con frecuencia registrada para su posterior análisis. Esto permite ver si en el lugar analizado existen cavidades y qué tamaño tienen», apunta Alberto Alonso Álvarez, quien aclara que el coste del estudio según el presupuesto presentado es de 450 euros.

Ahora bien, Jesús García Gallo, delegado de Patrimonio, advierte de que para la búsqueda de la tumba de Alonso Berruguete se deberá contar con el beneplácito de la Diócesis y de Patrimonio. «Se trata de excavaciones arqueológicas que tendrán que seguir una metodología y habría que articular una propuesta que tendría que recibir la autorización del propietario de la parroquia y de la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural, ya que, sea o no Bien de Interés Cultural esa iglesia, estamos hablando de que lo que se quiere hacer allí tiene una relevancia importante y, en caso de que se llegara a realizar, hay que llevarlo a cabo con todas las garantías».

Rememora que en Ventosa de la Cuesta existe una placa en la fachada de la iglesia colocada por la Universidad de Valladolid en conmemoración del cuarto centenario de su muerte en 1962. Aparte del templo, y el singular trampantojo –que es uno de los tres de su estilo que existen en España– está la ermita del Humilladero de Cristo. Se trata de una construcción de planta rectangular, con solo una nave, que fue construida con tapial y ladrillo. Data del siglo XVIII y todos los habitantes de este municipio están muy orgullosos de ella.

Retablo renacentista

(Vista del retablo de San Miguel Arcángel)

Si se consigue hallar la tumba, esta joya se sumaría al retablo renacentista dedicado a San Miguel atribuido al maestro Becerril, según algunos autores cuñado de Alonso  Berruguete y discípulo de su taller, cuya escultura central fue expuesta en la última edición de las Edades del Hombre. También cuentan en el pueblo con una cruz bizantina de gran calidad.

En realidad “Maestro de Becerril” es el nombre convencional por el que se conoce a un taller o maestro anónimo renacentista activo en Tierra de Campos en la tercera y cuarta décadas del siglo XVI. Debe su nombre a las tablas de un antiguo retablo dedicado a san Pelayo procedentes de la localidad palentina de Becerril de Campos, ensambladas, al desmantelarse el primitivo retablo, en un altar barroco del siglo XVIII adquirido hacia 1940 por la catedral de Málaga, donde actualmente se conservan.

No han gozado de consenso –dice Wikipedia- los intentos de identificación del maestro anónimo con Juan González de Becerril, casado con una hija de Pedro Berruguete, según propuso Diego Angulo Íñiguez, o con un supuesto hijo de Juan de Flandes, según Post, propuestas que en todo caso revelan la fuerte influencia de ambos artistas sobre quien sería el más destacado pintor del primer Renacimiento en tierras palentinas. Caracterizan su obra los fondos de paisaje, en los que se advierte la influencia preponderante de Juan de Flandes pero también la utilización de estampas centroeuropeas, y la introducción de elementos arquitectónicos renacentistas tomados de estampas de Giovanni Antonio da Brescia y Marcantonio Raimondi, entre otros.

El Retablo de San Miguel Arcángel está hecho en madera policromada con óleos sobre tabla, datado en c.1530; la pintura castellana alcanzó en los primeros años del siglo XVI una alta calidad de ejecución representada y demostrada en este caso por el maestro Becerril —a quien se atribuye la obra—. La fecha de su elaboración es anterior a la concesión que obtuvo Berruguete sobre el señorío de Ventosa.

Es de estructura vertical bastante alargada, compuesto por tres calles, la del medio más ancha que las laterales, y tres cuerpos. Todo ello da lugar a nueve compartimentos limitados por pilastras y medias columnas. Toda la estructura tiene un fondo de pintura blanca sobre el que se aplicó el dorado formando dibujos vegetales a candelieri. Esta técnica de dorar sobre fondo blanco fue muy utilizada en los retablos de la época. Al ser una obra dentro del Renacimiento temprano no fueron utilizadas las formas elaboradas con grutescos y mascarones. El conjunto estaría probablemente rematado con arcos de medio punto sobre el final de cada calle, según era lo habitual en los años de su realización, pero debió perderse y en el siglo XVII se añadió un ático con friso y frontón triangular rematado por bolas.

Las tablas siguen una narración de los milagros del arcángel y otras escenas de la vida de la Virgen. En el centro del primer cuerpo se colocó una escultura en bulto redondo de San Miguel bajo una gran venera dorada; está blandiendo su espada amenazadora contra el demonio que tiene a los pies.

(Iglesia de la Asunción Ventosa de la Cuesta)

Ventosa de la Cuesta y su Iglesia de la Asunción

Ventosa de la Cuesta, municipio vallisoletano, se encuentra en la comarca de la Tierra del Vino y forma parte, asimismo, del partido judicial de Medina del Campo.​ Su entorno se caracteriza por un relieve de cuestas y campiñas, entre los 720 y 780 msnm, en la antesala de las terrazas de los ríos Eresma y Adaja. Sus orígenes se remontan a la repoblación efectuada en la zona gracias a la campaña de Alfonso VI de León a finales del siglo XI, cuando conquistó Toledo en 1085; así, hacia 1070-1080 debió surgir Medina del Campo y posteriormente el resto de localidades de su entorno —entre ellas Ventosa de la Cuesta—, las cuales conformaron desde el siglo XII la comunidad de villa y tierra de Medina del Campo.​ Asimismo, desde sus inicios y hasta mediados del siglo XX la localidad perteneció a la diócesis de Ávila.

A mediados del siglo XVI, la necesidad de recursos económicos por parte de la monarquía provocó que Felipe II permitiese la venta de villas y lugares de realengo; así, Ventosa de la Cuesta fue adquirida en 1559 por el escultor Alonso Berruguete y desde ese momento este fue señor de Ventosa.​ La villa permaneció en manos de sus herederos hasta la desaparición de los señoríos en 1837,​ y tras la caída del Antiguo Régimen quedó constituida en ayuntamiento constitucional.

Entre su patrimonio destaca la iglesia de Santa María de la Asunción —en cuyo altar mayor fue enterrado Alonso Berruguete tras su fallecimiento en 1561—, la ermita del Humilladero del Cristo y el Monumento de Semana Santa, que se instala en el interior de la iglesia durante dicha semana.​ Es el lugar de nacimiento de San José Fernández de Ventosa, dominico martirizado en Vietnam y canonizado por Juan Pablo II en 1988.

Su economía se basa tradicionalmente en el sector primario. En época contemporánea se dan cultivos de secano y viñedos, estos últimos dentro de la denominación de origen Rueda.

Santa María de la Asunción

Se trata de un templo construido en ladrillo, posiblemente a finales del siglo XV o principios del XVI. Presenta planta de salón, con altar mayor de forma octogonal y coro elevado a los pies, mientras que la cubierta es de bóveda de crucería con lunetos y yeserías en la nave, cuarto de esfera con lunetos en el altar mayor y bóveda de cañón en la sacristía.​ Al exterior presenta contrafuertes en los muros y en el ábside, en cuyo caso son angulares y rematados en pináculos achaparrados. Asimismo, la decoración exterior del ábside —de traza mudéjar— se completa con arquerías en la corona. A los pies del edificio se ubica la torre, de planta cuadrada, tres cuerpos y también en ladrillo.

“En su interior –recoge Wikipedia- se conservan una cruz procesional del siglo XIII en bronce así como varias pinturas renacentistas atribuidas al Maestro de Becerril,​ pertenecientes al retablo de San Miguel Arcángel.​ A los pies del altar mayor está enterrado, tal y como fue su voluntad testamentaria, el escultor Alonso Berruguete, fallecido en 1561. En los libros de fábrica se certifica dicho enterramiento, aunque no hay inscripciones en las losas sepulcrales, lo que podría explicarse por la reforma del suelo de la iglesia que tuvo lugar en 1768”.

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Tres foramontanos en Valladolid

Con el título Tres foramontanos en Valladolid, nos reunimos tres articulistas que anteriormente habíamos colaborado en prensa, y más recientemente juntos en la vallisoletana, bajo el seudónimo de “Javier Rincón”. Tras las primeras experiencias en este blog, durante más de un año quedamos dos de los tres Foramontanos, por renuncia del tercero, y a finales de 2008 hemos conseguido un sustituto de gran nivel, tanto personal como literario.

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