Rusia y sus aliados en los BRICS (Brasil – Rusia – India – China – Sudáfrica) están desarrollando una estrategia que podría desafiar la hegemonía del dólar como moneda global y, a su vez, impactar en la estabilidad del euro.
Aprovechando sus recursos naturales y el creciente descontento en algunas regiones con el dominio del dólar, los BRICS buscan crear un sistema financiero alternativo que reduzca la dependencia mundial de la moneda estadounidense.
Este «puente de los BRICS» no solo apunta a socavar el dominio del dólar, sino que también extender su efecto hacia el euro, especialmente en economías vulnerables de Europa. Si esta estrategia prospera, podría marcar un cambio significativo en el panorama financiero global, alterando los equilibrios de poder y afectando a países que dependen de monedas tradicionales en el comercio internacional.