Finca Martelo 2016: nueva añada del vino del viñedo homónimo de Torre de Oña

Finca Martelo 2016: nueva añada del vino del viñedo homónimo de Torre de Oña

Finca Martelo se distingue habitualmente con una serie de expresiones que crean un friso explicando su amplio abanico de opciones. Así, se suele hablar de finura, rusticidad, terruño, fruta, etc. Se trata de un vino que nace en el viñedo homónimo de la bodega Torre de Oña, en el corazón de la Rioja Alavesa, con una diversidad natural de las variedades: 95% de tempranillo y un 5% repartido entre mazuelo, garnacha e incluso algo de viura. La finca está situada a 630 metros de altura y tiene más de sesenta años, con laderas con orientación Norte-Sur, lo que favorece la exposición al sol y al viento, consiguiendo maduraciones equilibradas y una magnífica salud vegetativa.

Se reocgió manualmente las uvas en cajas de 20 kg que, en bodega, permanecieron en plataformas refrigeradas. Tras su despalillado y estrujado,  se encubaron durante siete días a una temperatura inferior a 10 ⁰C, realizando una maceración prefermentativa en frío con lo que obtuvo un mosto muy intenso en aromas y color. Tras la fermentación alcohólica, se completó la fermentación maloláctica durante 98 días en barricas de roble americano y francés nuevo, con batonnage semanal. Su crianza fue de 24 meses en barricas de roble americano (80%) y francés (20%) con cuatro trasiegas, por el método tradicional. El vino permaneció seis meses en depósito para redondear el coupage final, siendo embotellado en junio de 2020.

La climatología favoreció una óptima evolución del viñedo y un excelente estado sanitario de la uva hasta el final de una de las vendimias más largas de la historia de la bodega. La cosecha destacó por su equilibrio, su magnífica madurez fenólica que se percibe en la suavidad y redondez del tanino en la boca, así como por su intensidad y calidad aromática, resultando vinos de mucha profundidad y persistencia.

En su cata, destaca por un intenso color rubí, brillante, con ribete rosado. En nariz muestra su complejidad, con un primer golpe de frambuesas, arándanos y moras que dan paso a los balsámicos, con delicadas notas especiadas a regaliz, clavo, pimientas y pastelería. En boca es un vino elegante y equilibrado, transmitiendo frescura con taninos elegantes. Goza de un retrogusto largo donde aparecen de nuevo los recuerdos de frutas rojas y especiados. Un vino en suma muy apropiado  para la gastronomía por su estructura y elegancia. De trago largo, marida bien con carnes estofadas y asadas, así como con caza y embutidos curados. Su PVP es 23  €.

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Autor

Juan Luis Recio

Blogger gastronómico y de tendencias, crítico de vinos (XL Semanal), letrista, sociólogo, mensista, poeta

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