La inseguridad alimentaria es una preocupación en todo el país».
Eso dice de Venezuela un informe publicado por el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas.
De acuerdo con el informe, previó al devastador impacto del coronavirus y el desplome total del petróleo, en la economía chavista, un tercio de la población venezolana (un 32,3%) padece inseguridad alimentaria y necesita ayuda.
Los expertos en atención humanitaria conceden gran valor al estudio por haber sido realizado por una agencia de Naciones Unidas que realizó encuestas en todo el país.
Cerca de 8.400 familias venezolanas respondieron al cuestionario de los expertos en alimentación de la ONU.
Es la primera vez desde que Nicolás Maduro llegó al poder que el gobierno venezolano permite que un equipo de Naciones Unidas realice una investigación de estas características y alcance.
Pese a los informes de Organizaciones No Gubernamentales y de medios de comunicación que indicaban el deterioro de las condiciones de vida en el país, el gobierno de Venezuela negó reiteradamente la existencia de una «crisis humanitaria».
El estudio se realizó entre los meses de julio y septiembre de 2019 en los que se extendió el uso del dólar en Venezuela y en los que el gobierno comenzó a relajar la que había sido durante años su política económica, aboliendo el control de cambios y abandonando de facto el control de precios.
En ese periodo, en algunas zonas de las principales ciudades del país proliferaron los nuevos negocios, especialmente los llamados bodegones, dedicados a la importación de golosinas, licores y chocolatinas, y se generalizó el uso de la divisa estadounidense, que ya supone el 65% de las transacciones que se realizan en Venezuela.
Los datos del Programa Mundial de Alimentos de la ONU revelan que esa realidad convive con la de los millones de venezolanos que no comen como deben.
La activista venezolana Susana Raffali, experta en asuntos humanitarios, le dijo a BBC Mundo que el informe muestra «un hambre brutal» en Venezuela.
El Ministerio de Comunicación no respondió inmediatamente a una petición de comentarios de BBC Mundo.
Varios datos destacan en el informe.
1. Más de 2 millones sufren inseguridad alimentaria severa
De acuerdo con el estudio, 2,3 millones de venezolanos se encuentran en una situación de inseguridad alimentaria severa. Es decir, sufren «carencias extremas en el consumo de alimentos, o la pérdida extrema de medios de vida que podría conducir a carencias en el consumo de alimentos o a algo peor».
Derechos de autor de la imagen Getty Images Image caption Un gran número de hogares se ha quedado sin su única fuente de ingresos en Venezuela.
Según los cálculos del informe, un 7,9% de la población sufre este problema.
Los datos en este apartado, no obstante, muestran a Venezuela en cifras similares o mejores a las de otros países de su entorno.
Un 8,9 de la población en México se hallaba en esta situación, mientras que en el caso de Argentina el porcentaje se elevaba hasta el 11,3%, según consta en el último informe de la ONU sobre el estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo.
2. Pocas proteínas
«Las familias venezolanas consumen cereales, raíces o tubérculos a diario y complementan su consumo de cereales con legumbres (caraotas, lentejas) tres días a la semana y con lácteos cuatro días a la semana. El consumo de carne, pescado, huevo, vegetales y frutas está por debajo de los tres días a la semana para cada uno de estos grupos de alimentos», indica el informe.
La falta de estadísticas oficiales en los últimos años dificulta evaluar cuál ha sido la evolución de la alimentación de los venezolanos en los últimos años, pero hay un indicador que habitualmente utilizan los expertos que puede servir como orientación.
Se trata de la subalimentación, «la condición en la cual el consumo habitual de alimentos de un individuo es insuficiente para proporcionarle la cantidad de energía alimentaria necesaria a fin de llevar una vida normal, activa y sana».
Aunque no aparece en este último estudio, el informe global de la ONU estimaba que un 21,2% de los habitantes de Venezuela se hallaba subalimentado. Solo un 4,6% lo estaba en Argentina y un 3,6% en México. En Guatemala este índice llegaba hasta el 15,2%. En toda América Latina, solo Haití presentaba un porcentaje más alto de población subalimentada que Venezuela.
3. Sin dinero para comprar comida
La penetración del dólar no ha favorecido a todos por igual.
Un 37% de los hogares encuestados habían perdido recientemente su única fuente de ingresos al haber perdido su trabajo o haber tenido que cerrar su negocio.
Como resultado de una de las peores crisis económicas de la historia reciente, Venezuela ha perdido más de un 50% de su Producto Interno Bruto desde que Nicolás Maduro llegó a la presidencia, una contracción de la economía que ha tenido consecuencias sobre la alimentación de los venezolanos.
Raffali explica que «antes la gente tenía más recursos para enfrentar las dificultades para acceder a alimentos».
La crisis se ha visto acompañada además de hiperinflación, una subida constante y acelerada de los precios, lo que ha llevado a que un 59% de los hogares no cuenten con ingresos suficientes para comprar comida.
Un 33% de los hogares dicen estar dispuestos a aceptar comida como pago por su trabajo.