MI DESGRACIA ES QUE ADORO LO IMPOSIBLE
Para dar curso a nuestra vocación
Los artistas hacemos lo cabal,
Juntamos lo preciso, lo esencial,
A fin de coronar la creación.
Para llevar a cabo dicha acción
La historia o el asunto no es banal,
Sino fundamental y/o principal.
No admite la excepción ni en vacación.
A quien Dios le da un don, según Capote,
También le entrega un látigo o una fusta
Para autoflagelarse, si le gusta.
Las gracias le doy hoy por el capote,
Aunque esto deje frío, sí, e impasible:
Mi desgracia es que adoro lo imposible.
Ángel Sáez García
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