El blog de Otramotro

Ángel Sáez García

Seguid por esos derroteros, tebanos

SEGUID POR ESOS DERROTEROS, TEBANOS

El viernes pretérito, uno de abril, pasadas las diecinueve horas y treinta minutos, hora indicada en la cartulina de invitación para el inicio del evento, en el salón de actos del colegio de Jesuitas, teniendo a la vera derecha a mi dilecto hermano Jesús María, “el Chichas”, peñista tebano, asistí a la segunda edición de la entrega de los premios “Goya” (consistentes en sendas botellas de moscatel de la citada marca, salidas de las bodegas corellanas de Camilo —gracia de pila muy apreciada por mí, pues fui educado por indelebles religiosos camilos durante siete inmarchitables e inolvidables años— Castilla), que organizó la peña “La Teba” (acrónimo de Tudelanas/os En Buena Armonía —hay quien apunta una variante o versión distinta, complementaria, a las claras, para la a, última sigla que da cuenta de la letra inicial de la voz Ambiente—), en la que pretendieron y consiguieron recompensar las labores encomiables llevadas a cabo en la capital ribera por diversas personas, entidades o colectivos tudelanos.

La gala (se nos había aconsejado o recomendado a los invitados, por lo menos, ir vestidos de tal), coordinada por mi estimado y fetén amigo Jesús Manuel García, “Fitín”; presentada y animada por el showman Germán Martínez, copresentada por diversas personas, peñistas o no, que leyeron los textos concernientes a cada una de las categorías de los galardones que se iban a otorgar a continuación, amenizada musicalmente por miembros (ellas y ellos) de la Escuela de Jotas Camino Martínez, si consideramos o tenemos en cuenta que la coronaron (salvo contadas excepciones) individuos aficionados o diletantes, quiero decir, no profesionales sensu stricto, me pareció que dejó satisfechas a cuantas personas acudimos al acto, ya que este estuvo y/o resultó más que bien hecho.

Como no pude asistir a la primera edición, ignoraba qué cabía y podía esperar de la misma. Ahora bien, como soy consciente de las excelentes disposición de ánimo y voluntad del grueso de los que fueron otrora amigos íntimos de mi difunto hermano José Javier, asimismo peñista tebano, y sus nuevos correligionarios, esperaba que saliera a relucir el buen hacer de todos ellos. Bueno, pues mi esperanza se vio correspondida, cumplida, cumplimentada o recompensada por la apodíctica realidad, porque de la segunda edición de los premios “Goya” puedo y debo trenzar que quedé y salí de ella agradablemente impresionado.

Así que, en el párrafo que culmina esta breve noticia o información sobre el suceso mencionado, solo me queda darles las gracias, de corazón, a cuantos contribuyeron a idear, poner en marcha y dar digno remate en el escenario al mismo, porque me hicieron pasar un rato divertido, entretenido; y, a renglón seguido, confirmarles o ratificarles lo obvio, porque ya les consta, que harán bien, lo oportuno, si siguen por esos beneméritos derroteros, rumbos o senderos, porque cuanto hacen lo suelen hacer estupendamente mis preferidos peñistas tudelanos, los admirados y admirables tebanos.

Ángel Sáez García
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Ángel Sáez García

Ángel Sáez García (Tudela, 30 de marzo de 1962), comenzó a estudiar Medicina, pero terminó licenciándose en Filosofía y Letras (Filología Hispánica), por la Universidad de Zaragoza.

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