UNA LECCIÓN DE EMPATÍA
Nos falta lo que mi tía
María, la de Cornago,
A quien cuando recuerdo hago
Lo justo, a diario impartía,
Una lección de empatía.
La vida llega a atisbarla,
Quiero decir, a avistarla,
Quien no se hace el invidente
Y actúa ante lo evidente:
La del otro hay que salvarla.
Ángel Sáez García
[email protected]