¿TODOS MIS DIABLOS COJEAN?
(COMO TÚ, KIENTIBAKORI)
—¿Qué es para ti lo importante?
—Vivir sin impacientarme,
Sin de la paz nunca hartarme.
—¿La confusión es cortante?
Y coja, Satán, frustrante.
—¿Todos mis diablos cojean?
—Quienes “El hablador” lean
Eso en claro sacan, eso.
—¿¡Me la quieres dar con queso!?
—Muchas más cosas me afean.
Ángel Sáez García
[email protected]