El blog de Otramotro

Ángel Sáez García

¿El sentido común es el más raro?

¿EL SENTIDO COMÚN ES EL MÁS RARO?

“Ese precioso y necesario don del sentido común, que es el menos común de los sentidos”.

Ramón Gómez de la Serna

Si consideramos lo que solía sostener donde se hallara o fuera (dentro también —pido disculpas por la extravagante sugerencia que me ha hecho uno de los heterónimos zumbones que acarreo, porto o porteo, porque no he sido capaz de rechazar—) el autor de “El libro mudo” (que conste en acta que acepto, de buena gana y mejor grado, que se hagan objeciones a mis asertos o pareceres, porque no soy tan estúpido como para creer que estoy en posesión de la verdad siempre; sí, pero solo a veces, contadas, de una de las múltiples facetas o maneras de ver ese poliedro que es la fetén), cabe responder que sí a la pregunta del rótulo, pues, según su criterio, el susodicho es “el menos común de los sentidos”.

Los padres (progenitores o no, pues pueden ser adoptivos; ella y él, ellas y ellos) deben ser conscientes de que la estupenda tarea que tienen entre manos es compleja, difícil, y que en la unidad familiar es perentorio que haya e impere un conjunto de normas de conducta que promueva hacer realidad el listado completo de los derechos humanos y estimule siempre la justicia y, en aquello que se juzgue oportuno y conveniente (por diversas causas o razones), la democracia.

Aunque la realidad, velis nolis, siempre termina por imponerse, y esta demuestra un día sí y otro también que no hay una sola unidad familiar, porque esta es variopinta (cada día más), cabe aseverar (sin temor a errar) que no hay una sola familia que consiga permanecer unida si en ella todos los miembros que la conforman no se afanan a diario en cumplir (con) el requisito necesario de regar la maceta donde florecen dos plantas fautoras o propiciadoras, el respeto mutuo y la solidaridad ajena, bases de la cohesión y la paz familiar.

A dos personas adultas (ella y él, ellas o ellos), se hayan casado previamente o no, cuando deciden ser y/o ejercer de padres (progenitores o no), ni el Estado ni la sociedad les hace entrega de un “manual de instrucciones de uso”, para desarrollar, de modo competente (la expresión que suele seguir a esta, “como los cánones mandan”, puede ser pertinente o impertinente, pues los cánones mandan lo que los padres responsables quieren que manden, y no todos ellos funcionan, de igual manera, en todas las familias), su papel de tales.

Tal vez (no hay que descartar el hecho) la educación que recibieron de sus padres cuando ellos eran niños no sirva en la actualidad, cuando ellos son los padres.

Los padres verdaderos (que no significa lo mismo que los verdaderos padres), si reflexionaran a menudo sobre el importante rol que realizan, se darían cuenta de cuánto se parece su labor intrafamiliar a la que coronan los científicos en sus laboratorios, pues usan el mismo método, de ensayo y error.

   Ángel Sáez García

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Ángel Sáez García

Ángel Sáez García (Tudela, 30 de marzo de 1962), comenzó a estudiar Medicina, pero terminó licenciándose en Filosofía y Letras (Filología Hispánica), por la Universidad de Zaragoza.

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