IRIS, ¡CUÁNTA ATESORAS BONHOMÍA!
No veo cómo viaja, musa mía,
Tu aguja hacia mi nalga para darme
Una solución pronta y ayudarme
A en un pispás sanar mi anatomía.
Que quieras proteger mi autonomía
De todo lo que pueda molestarme
Y contra el bicho o virus vacunarme
Dice cuánta atesoras bonhomía.
Contemplar tu sonrisa es lo que quiero;
Que rías a mandíbula batiente
Entre otras mil acciones la prefiero,
Pues sueles exhibir el de oro diente
Con el que te obsequié, Iris, dispensario,
Para honrar nuestro primo aniversario.
Ángel Sáez García