LA BELDAD DE AMANDA ES INEXTINGUIBLE
Para ser feliz has nacido, Amanda,
Y dichosos hacer a cuantos te amen;
A quienes por tu nombre, Iris, te llamen
O por tu apodo impar, el de tu banda.
Con solo agua de espliego, de lavanda,
Te aprendes de memoria cuanto tramen
Quienes tu rol escriben, ora bramen
Ora laman; el guion no es propaganda.
Quien sepa distinguir la pasajera
Belleza de la eterna o permanente
Comprobará al momento la tijera
Que separa, de modo concluyente,
La que en un santiamén es extinguible
De la que no claudica, inmarcesible.
Ángel Sáez García