SOLO CABE SALVARSE SALVANDO A OTRO
DE LAS TORTURAS QUE HAY EN ESE POTRO
Tras la Guerra (In)Civil, que fue un exceso,
En la que todos fuimos derrotados,
Pues todos la perdimos, desnortados
Y arrumbados, sin vela en el proceso.
Solo el historiador, con libre acceso
A todos los desórdenes fraguados
Por brutos de ambos bandos, de espantados
Ojos, logró librarse del deceso.
Ignoro qué ideales abrazaron
Nuestros mayores, sí, nuestros abuelos;
Resultaron pesados, pues sus vuelos
Quizá del suelo un palmo se elevaron.
Quien defiende el principio humanitario
De justicia social es solidario.
Solo cabe salvarse salvando a otro
De las torturas que hay en ese potro.
Ángel Sáez García