El blog de Otramotro

Ángel Sáez García

Y aun lo malo, si poco, no tan malo

Y AUN LO MALO, SI POCO, NO TAN MALO

“La guerra es un lugar donde jóvenes que no se conocen y no se odian se matan entre sí, por la decisión de viejos que se conocen y se odian, pero que no se matan”.

Erich Alfred Hartmann, “el Diablo negro”, piloto alemán que derribó más de 350 aviones aliados durante la Segunda Guerra Mundial.

En el adagio 105 del “Oráculo manual y arte de prudencia” (1647), de Baltasar Gracián se lee esto: “Lo bueno, si breve, dos veces bueno; y aun lo malo, si poco, no tan malo. Más obran quintas esencias que fárragos (…) Lo bien dicho se dice presto”. Bueno, pues, entre los humoristas gráficos de este país, que aún se llama España, hay excelentes profesionales; y, asimismo, entre estos, seguidores acérrimos, a ultranza, del adagio “gracianesco” (que a unos les hace más gracia que a otros, por supuesto). Esa es una verdad apodíctica, que nadie con dos dedos de frente procederá a abatir, pues no semeja un muñeco del pimpampum, colocado sobre la balda de una caseta de feria, que pueda derribarse con facilidad.

Entre los epígonos de Gracián (se cuente y encuentre entre los tales o no) hay uno que me encanta, lo reconozco sin ambages, pues algunas de sus viñetas valen como auténticos y enjundiosos editoriales concentrados. En cientos de sus creaciones he constatado que se cumple ese dicho que airea la certeza de que una imagen vale más que mil palabras, y en otras, asimismo, cuanto se predica a la inversa, con similar fundamento o razón de peso, que una palabra (guerra, por ejemplo) vale más que mil imágenes. Si lo dicho al principio es una fetén en toda la regla, otra tal es la sostenida al final, la mires al derecho o del revés.

Andrés Rábago García, “el Roto”, mezcla, de manera sutil, cuanto circula o discurre por esos dos canales, cauces o vías, imágenes y palabras, y, por eso, algunas de sus viñetas las reputo lo que son, al menos para mí, la caraba, la repanocha, la repera.

Y como en el convento sigue sin haber mejor maestro que fray Ejemplo, pondré uno que sea aleccionador, clarificador, para que lo que acabo de afirmar en los párrafos precedentes quede claro, cristalino, y le sirva de apoyo o refuerzo.

Ayer, domingo 29 de octubre de 2023, en la página 19 de la edición en papel del prestigioso diario EL PAÍS, aparecía, en la viñeta firmada por “el Roto”, un combatiente encamado, vendado, con un parche en el ojo izquierdo, que, tras sacar en claro la gran enseñanza que lleva aparejada esa absurda acción que es guerrear, aduce lo siguiente, en letras versales: “ESPERO CURARME Y VOLVER AL FRENTE… PERO PARA PEGARLE UN TIRO AL QUE ME LLEVÓ ALLÍ”.

Bueno, pues la fusión completa, perfecta, de imagen y palabra de “el Roto” propició que el abajo firmante procediera a trenzar los catorce versos endecasílabos que componen el soneto que obra a continuación y he rotulado así:

VOTO POR LA VIÑETA CON PUÑETA

 

Imagine que está convaleciente,

Tras resultar herido en un combate,

Y entre vida y deceso se debate.

Una mueca, lector, nace sonriente

 

Donde en la boca brilla un de oro diente;

Sabe dónde comprar el mejor bate

Con el que podrá dar el jaque mate

A quien a guerrear llevó al nesciente.

 

Por la enjundia que exuda la viñeta

Que está por Rábago firmada, “el Roto”,

Sí, me debo mojar; con gusto voto

 

Por la que acaso curse con puñeta,

O sea, le moleste al gerifalte,

Que de menos no se echa, aunque el tal falte.

 

   Ángel Sáez García

   [email protected]

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Ángel Sáez García

Ángel Sáez García (Tudela, 30 de marzo de 1962), comenzó a estudiar Medicina, pero terminó licenciándose en Filosofía y Letras (Filología Hispánica), por la Universidad de Zaragoza.

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