A QUIEN PETA JUGAR CON FUEGO QUEMA
Cara de póquer pone al mus jugando.
Acaso gane más de una partida,
Si el compañero evita la metida
De pata, el yerro, un órdago aceptando.
Hay quien el marcador mira; apreciando
Que la distancia es mucha, aunque mentida
Sea la apuesta, falsa, fementida,
Por decir sí al envite opta, arriesgando.
Ganar depende siempre de las cartas
Cuatro que tienes tú y tu compañero.
Si de emparejar reyes tú no te hartas
Y coger treinta y una, que es señero
Juego, poco te importa, poco, el ruego
Que te hace tu mitad: juegas con fuego.
Ángel Sáez García