SOLO HAY DOS FORMAS DE ENCONTRAR LA DICHA
Solo hay dos formas, dos, de encontrar algo:
Tras perderlo, es buscarlo y recobrarlo;
O, sin querer, por mero azar, hallarlo,
Sin correr tras la liebre como un galgo.
Yo sé que para ser feliz no valgo.
Descubierto el amor, voy a catarlo,
Y, en un pispás, procedo a degustarlo,
Mas de ese trance perdedor yo salgo.
Siempre que me enamoro, yo me asombro
De la lección no haber asimilado;
Pues siempre acabo igual, desamparado,
Y una mano de amigo sobre mi hombro.
Yo la felicidad ya no persigo.
La saborearé, si la consigo.
Ángel Sáez García