EL MIEDO CUERPO Y ALMA PARALIZA
Mi madre, Iluminada, argumentaba
Que por lo oscuro el sol siempre aparece.
Lector, si no le importa, me apetece
Echar en este corro mi impar taba.
Desesperado, un día yo anotaba
En mi cuaderno rojo, el doce o trece,
Que del pozo más hondo brota y crece
La esperanza, que salva a quien cantaba.
Al miedo le da alcance la esperanza.
Verás cómo atrás deja la que avanza
Al que caletre y miembros paraliza
Y todo mal mundano banaliza.
Si lees a Hannah Arendt sin tardanza,
Abundarás con cuanto ella matiza.
Ángel Sáez García