NO SÉ SI SERÉ PRÓDIGO ALGÚN DÍA
Yo he sido ahorrativo, franciscano,
Por falta de recursos dinerarios.
Si dueño fuera de áureos denarios,
Quizá de austero no ejerciera en vano.
He dado calderilla con mi mano
Por tener los billetes para varios
Pagos inexcusables, ordinarios;
Así que he sido un sobrio ciudadano.
No sé si seré pródigo algún día.
Si dejo de ser pobre en el futuro,
No puedo descartarlo, pero auguro
Que fácil no será tal osadía.
Para poder tener de más un duro,
¡Tras cuántas barras Ángel atendía!
Ángel Sáez García