La cosa se pone interesante a más no poder.
El presidente del Gobierno socialcomunista, Pedro Sánchez, empieza a ver como se le demuda el rostro ante las nuevas evidencias publicadas sobre los chanchullos universitarios de su mujer.
Quien mantuvo contra viento y marea que esto era un ‘no caso’ y que todo era invento de la máquina del fango, tiene que comerse sus palabras.
Y es que, y aquí viene lo trascendental del asunto, resulta que Begoña Gómez recurrió a una persona de la máxima confianza de La Moncloa, Cristina Álvarez, para que presionase a patrocinadores como Fundación La Caixa o Reale Seguros para que sostuviesen financieramente su cátedra en la Universidad Complutense de Madrid.
‘La Retaguardia’ de este viernes 15 de noviembre de la mano del exeurodiputado Enrique Calvet y Milagros Marcos, portavoz del PP en la Comisión Mixta de la Unión Europea.