Es casi un secreto a voces.
Desde que el 20 de diciembre de 2021 el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco decidiera disolver las Cortes e ir a elecciones anticipadas para el 13 de febrero de 2022, la siguiente autonomía en ponerse en modo electoral iba a ser la andaluza.
Y así ha sido. Salvo cambio repentino de guión, Juanma Moreno ya tiene fijada la fecha en el calendario para los comicios en Andalucía, junio de 2022.
El secretario general del Partido Popular a nivel nacional, Teodoro García Egea, ya aseguró a Periodista Digital a mediados de este diciembre de 2021 que el panorama electoral iba a moverse bastante para el año venidero.
La mano derecha de Pablo Casado tiene claro que Pedro Sánchez no va a anticipar los comicios generales porque ahora mismo el viento demoscópico le es más que desfavorable, lo que confirma que ni siquiera en el PSOE se creen los ‘augurios’ de José Félix Tezanos (CIS).
Sin embargo, Egea sí era consciente de que en determinadas autonomías se iba a mover el árbol y, confirmada la de Castilla y León, ahora viene a sumarse Andalucía.
Cierto es que dentro del Partido Popular habría gustado más la opción de invertir el orden de esas dos citas electorales.
Juanma Moreno es considerado otro valor al alza, al estilo de Isabel Díaz Ayuso, y creen que ahora mismo hubiera obtenido un resultado espectacular.
Cierto es que el líder sureño del PP no alcanza en los sondeos la mayoría absoluta, pero sí la suficiente como para poder seguir cómodamente en el Palacio de San Telmo.
Pero 2022 puede derivar en otros dos procesos electorales más.
Dos comunidades autónomas gobernadas por el PSOE, Baleares y la Comunidad Valenciana, están en el ojo del huracán por la gestión de sus dirigentes, Francina Armengol y Ximo Puig, respectivamente.
De ahí que tampoco sea descabellado que en el otoño de 2022 ambas regiones se metan de lleno en procesos electorales.
Sea como fuere, dos triunfos incontestables del PP tanto en Andalucía como en Castilla y León pondrían en bandeja de plata a Pablo Casado la posibilidad de acceder al Palacio de La Moncloa en las próximas elecciones Generales.
¡Qué duda cabe, tal y como sucedió el 4-M en Madrid, que todos los comicios a celebrar van a leerse en clave nacional!
Y a Sánchez ya le salió el tiro por la culata su implicación hasta la extenuación en la cita para presidir el Gobierno de la Puerta del Sol.
