Un soberano zasca.
El Rey Felipe VI ha dado un regio puñetazo sobre la mesa y ha instado al Gobierno socialcomunista de Pedro Sánchez y al resto de partidos a ponerse de una vez por todas de acuerdo para la renovación del Consejo General del Poder Judicial.
Ya son más de tres años que, sobre el papel, ha caducado el tiempo de la institución encabezada por Carlos Lesmes y, por tanto, tendrían que haberse producido los relevos tasados por la ley.
Sin embargo, entre la moción de censura que en mayo de 2018 el líder del PSOE le presentó al entonces jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy (PP) y la celebración de elecciones generales en abril de 2019, con repetición incluida en noviembre de ese mismo año, la renovación se ha quedado enquistada.
De ahí que, tal y como cuenta este 8 de septiembre de 2021 el diario El Mundo, el monarca español, presente en la apertura del nuevo curso judicial, haya sido bien claro en su mensaje al gabinete sanchista, pero también a la oposición.
Felipe VI, en un corrillo posterior al discurso inaugural de Carlos Lesmes, presidente del CGPJ, fue directo al grano:
Os ha leído la cartilla a todos.
UNA ADVERTENCIA QUE NO CALA
Sin embargo, a pesar de que tanto las palabras de Carlos Lesmes como, posteriormente, del monarca español deberían de haber hecho mella, la situación sigue bloqueada.
Cierto es que el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, dio el 7 de septiembre de 2021, un primer paso en aras de conseguir deshacer el entuerto de la renovación del Consejo General del Poder Judicial proponiendo al PSOE sanchista una negociación que discurra paralela a un cambio en el sistema de designación del CGPJ para dar más poder a los magistrados.
Pero ni con esas, el Gobierno, a través de su portavoz, Isabel Rodríguez, tildó de «nueva excusa» la propuesta del líder del Partido Popular para seguir teniendo «secuestrada ya más de 1.000 días» la renovación del Consejo General del Poder Judicial.
Igualmente, también se desdeñó la posibilidad lanzada por Casado de mantener un encuentro con Pedro Sánchez para abordar la propuesta del PP y ni siquiera se considera la opción de que sea el presidente del Gobierno quien descuelgue el teléfono para mantener un encuentro con el representante del principal partido de la oposición.
