Con la llegada del nuevo año algunos compatriotas tenían la esperanza de que las cosas iban a cambiar, por aquello de “año nuevo, vida nueva”.
Sin embargo ha pasado más de un mes, y todo sigue igual o peor. En definitiva tenemos más de lo mismo.
A pesar de todo quizás el desgobierno crea que tenemos que estarle agradecido, porque si ya nos hemos acostumbrado y aguantamos, por lo de ahora, sus sin sentidos, ¿para qué calentarnos la cabeza con cambios?
Además, “vale más malo conocido que bueno por conocer”.
Así mucho nos tememos que, si nadie lo remedia, el año en que estamos va a ser una repetición, seguramente aumentada, del anterior. Desgraciadamente por lo que llevamos viendo, quienes tenían que poner el remedio siguen en las suyas, por lo que nosotros seguiremos sufriendo sus desatinos.
El flamante candidato colorado a la Generalitat ha tenido la brillante idea, dadas las que tuvo en su anterior puesto no nos extraña, de proponer en su programa la elaboración de una “Ley de lenguas para reconocer el plurilingüismo en España”
Si mal no tenemos entendido esa cuestión está reconocida en el artículo 3 de nuestra Constitución.
Quizás lo haya olvidado y entendemos que no haya podido repasar últimamente la Carta Magna, pues estuvo muy ocupado logrando grandes éxitos contra la pandemia.
Para nuestra sorpresa una alta carga morada nos informa en el parlamento que la reconquista de las tierras anteriormente invadidas por los musulmanes fue “una invasión y un genocidio”. Gracias por informarnos y sacarnos de nuestro error. Lo tendremos en cuenta para no cometer un delito de opinión si logran promulgar esa ley sobre la historia que pretenden implantar.
Hablando de musulmanes, y conste nuestro total respeto a los muchos que actúan honestamente, agradeceríamos nos informasen, con la verdad, de lo que está ocurriendo realmente sobre todo en las islas, con sus menas.
Cada vez son más numerosas las noticias que nos llegan sobre los desmanes que protagonizan, de los que el desgobierno, como de costumbre, no parece enterarse.
Dicen que un número muy significativo de liberados sindicales de la sanidad pública valenciana, que no están expuestos a los peligros de los sanitarios que atienden en primera línea, han sido vacunados antes que éstos. Como de costumbre, al día de hoy, no se sabe que la administración haya actuado. Conclusión “más de lo mismo”.
Hasta ahora habíamos creído que los morados, como buenos comunistas defensores del proletariado, se oponían al pluriempleo; nadie podría tener dos trabajos hasta que todos los ciudadanos y ciudadanas tuviesen uno. Correcto. Sin embrago ha saltado la noticia de que una mujer, relacionada con ellos, tiene dos.
Por un lado, sin ser funcionaria, es asesora del ministerio de desigualdad con nivel treinta, el máximo, y por otro es la niñera de la hija pequeña de la ministra.
¿El día para ella tiene más de veinticuatro horas? ¿En que asesora? Lo más sangrante para todos los españoles es que cobra un buen sueldo público, muy superior al de la media de nuestro país, que le pagamos todos los ciudadanos.
Los morados debían de explicar a los españoles, como se compagina esa situación con la ética que tanto pregonan y autoridad moral de la que presumen.
Según parece el nuevo hospital abierto en la capital está siendo objeto de una serie de sabotajes que impiden su normal funcionamiento. No se sabe quien o quienes son los autores de tales hechos. Nosotros aventuramos que seguramente serán unos cuantos fachas que quieren hundir el país.
Conclusión, año nuevo vida vieja.
