¿Llega el final político de Ciudadanos y de Unidas Podemos?
Si se observa con detenimiento cuál era su misión primigenia cuando aterrizaron en la política nacional, allá por el año 2015, lo cierto es que puede afirmarse con contundencia que sí, que lo tienen ‘clarinete’ en el futuro.
Este 16 de febrero de 2022 el periodista Vicente Vallés, en su tribuna de La Razón, lo deja bien claro.
Asevera el también presentador de la segunda edición de las noticias de Antena 3 que ambas fuerzas se pusieron como meta alcanzar cuotas de poder y acabar siendo las sustitutas de los partidos tradicionales, PP y PSOE:
Los casos de corrupción y la crisis financiera alumbraron a dos nuevos partidos políticos que tuvieron un estreno impresionante en los procesos electorales de 2014 y 2015. Podemos se plantó en el hemiciclo del Congreso con 71 diputados y Ciudadanos, con 40. Sus dos jóvenes, ambiciosos y arrojados líderes (ambos están fuera de la política) lanzaron ofensivas audaces y hasta temerarias para alcanzar cuotas de poder, en el convencimiento de que sustituir al PSOE y al PP era solo cuestión de tiempo.
Los profetas de la «nueva política» estaban en la cresta de la ola. Pero, cuando quisieron acelerar los trámites, la realidad les devolvió su propia imagen en el espejo: sí, habían llegado mucho más lejos que ningún otro partido alternativo al tradicional bipartidismo, pero no han sorpasado a los dos grandes.
Subraya Vallés que a las formaciones fundadas por Albert Rivera y Pablo Iglesias rápidamente les tocó tener que cambiar de rol y ser los apoyos necesarios de PP o PSOE en las diferentes instituciones:
Deja claro que el presente y, especialmente, el futuro no va a ser de rosas en ninguna de las dos formaciones:
La sucesión de fracasos electorales sitúa a Podemos y a Ciudadanos ante una crisis existencial. Ya hace tiempo que no aspiran a sustituir a socialistas y populares, y empiezan a tener problemas para ser, incluso, el amigo necesario para asegurar la gobernabilidad. Ahora, hay más votos indignados en VOX que en Podemos, y Ciudadanos ha dejado de ser visto como un partido útil.
Y ahonda en la herida destacando la irrelevancia en la que andan sumidos naranjas y morados:
Como consecuencia, la «nueva política» ha acelerado su recorrido hacia la irrelevancia, aunque los dos partidos tradicionales no consigan necesariamente recuperar la fortaleza que tuvieron antes de que se atomizara nuestro sistema político. Y hemos llegado a 2022 con VOX en un intenso crecimiento, junto con la emergencia de pequeños partidos provinciales, cuyo objetivo es que alguien haga caso a sus territorios. La duda es si este nuevo periodo será más duradero que la «nueva política», o si al cabo de un par de legislaturas también veremos encogerse a esos que ahora van a toda velocidad.