Una cámara de seguridad de un hogar en EE.UU. captó un momento emotivo la pasada noche Halloween. Los dueños de la casa habían dejado frente a la entrada un tazón con golosinas, pero cuando llegó Jackson Champagne, de ocho años, disfrazado de Drácula, el tazón ya estaba vacío. «O no», se le oye decir en el video, según recoge rt y comparte Periodista Digital.
En ese momento, Jackson saca de su propia bolsa dos puñados de golosinas y las pone en el tazón para que a otros niños no les pase lo mismo que a él y se vayan con las manos vacías.