Cuando hay ganas, pasión y talento, se nota. Y eso ocurre en el restaurante BICHOPALO, convertido ya en un referente gastronómico del conocido Mercado Barceló madrileño. Daniel Pozuelo, chef y propietario, ha retomado su actividad tras el obligado parón que supuso el confinamiento, adaptándose a los nuevos tiempos sin olvidar el encanto de un puesto de mercado que fusiona la alta cocina más puntera con la cocina más casual.
Un estilo propio que convierte el producto de mercado (nunca mejor dicho), de temporada, fresco y de calidad, en la base de su cocina, a través de creaciones sencillas e innovadoras, fiel reflejo de sus múltiples viajes por Latinoamérica y España. No en vano Pozuelo cuenta con una exquisita formación de la mano de profesionales de reconocido prestigio como Arzak, Andrés Madrigal o Paco Roncero y es miembro de la organización internacional de cocineros Euro-Toques.
BICHOPALO regresa con novedades, todas para certificar una excelente higiene y proporcionar la máxima seguridad a sus clientes. Sin perder la influencia mediterránea y japonesa, y con grandes dosis de innovación y creatividad ha elaborado una nueva carta. Unas originales tapas en la que están presentes sus platos de siempre: el huevo con crema de setas, con un guiño más divertido a lo que se encuentra en cualquier otro restaurante, el foie curado en sal y palo cortado, acompañado con sorbete de manzana y apio, y las famosas ostras «ponzu«, de elaboración propia, pero con un toque diferente a la receta tradicional.
El establecimiento recuerda en su decoración y disposición a las izakayas japonesas, recreando ese ambiente informal, cálido y alegre. Mantener las distancias está asegurado gracias a sus robustas barras de madera. Los comensales estarán siempre suficientemente separados sin perder el encanto del puesto típico de mercado.