¿QUÉ? ¿QUE UN PURO SUPURA QUÉ ES LA VIDA?
—Señora, ¿le molesto si me siento
A su vera? Podemos compartir
La soledad y el banco y departir
Del silencio. ¿Me da el consentimiento?
—Tome esto por verdad, pues no le miento.
Me he negado al principio a repartir,
Pues me han entrado ganas de partir.
Mas me ha caído bien; ergo, consiento.
—Señora, ¿le molesto si me enciendo
El puro que he comprado en el estanco?
—No; mas sí, si trabaja en ese banco.
—¿Vistiendo de esta guisa? ¡Me eterniza!
—No; el puro qué es la vida está diciendo:
Ene instantes de fuego, humo y ceniza.
Ángel Sáez García
[email protected]