El blog de Otramotro

Ángel Sáez García

Epístola a Jesús, un epígono de Otramotro (CCXXIX)

EPÍSTOLA A JESÚS, UN EPÍGONO DE OTRAMOTRO (CCXXIX)

Dilecto Jesús (ese que yo sé), epígono de este aprendiz de ruiseñor:

Más de una vez, jugando con las palabras, he escrito de modo diverso, ora en prosa, ora en verso, que el gesto, si es malo, es una resta, deviene indigesto; y, si es bueno, es una suma, una suma gesta, una suprema proeza. Ciertamente, el papa Francisco, con su aleccionador proceder, a la altura de las circunstancias y de los tiempos, está haciendo acopio de un haz de hazañas. Abundo y/o coincido contigo en el mismo anhelo. Dios quiera que Francisco nos siga sorprendiendo para bien.

Lo de Artur Mas no es más que una mascarada (farsa, enredo o trampa para amañar o engañar) que puede salir más cara de lo pensado. Mas me tiene harto; estoy de él (por los bajones anímicos que a tantos provoca) hasta (más o menos, la altura a la que me quedan ahora) los mismos cajones.

Al final (deseo y espero que te alegres sobremanera al conocer la buena nueva que te comunico a continuación), aunque me quede fatal, he resuelto ponerme el disfraz de astrólogo (insisto e itero, de astrólogo, no de astrónomo). Al parecer, la conjunción o el alineamiento, que no miento, de algunos astros del firmamento harán posible lo que para mí tenía, si no por imposible, por poco probable; y, así, desde la tarde del sábado a la sobremesa del domingo, Deo volente, Dios mediante, podré disfrutar de algunas horas de esparcimiento donde ayer estuviste tú, en el pueblo que ambos llevamos (¿te apuestas algo a que lo lees y no te extrañas?) en nuestras entretelas o entrañas, en Cornago.

Has hecho bien, lo correcto, al enmendar lo errado. Puedes darte por satisfecho.

No suelo hablar por hablar (aunque, seguramente, no solo he hecho alguna vez tal cosa, sino que, quizás, mañana o pasado vuelva a tropezar en idéntica piedra o parecida), ni escribir por escribir. Ciertamente, la censura y, como corolario, la resolución del expediente (equis) que lo explique tienen que ver con alguien que ha devenido o sobrevenido (un) dependiente del independentismo catalán. Tú mismo (que seas un lector avezado de mis urdiduras o “urdiblandas” no es dato baladí) has dado con la clave: “ser censor para servir a la ‘causa’ me parece bochornoso”. De eso (se) trata. De eso versa la décima que titulé irónicamente, claro, así, “¿Expediente, esa chapuza?” (por si los resultados que arrojan mis averiguaciones, intuiciones o sospechas pecan de similar manera a la que lo hacen otros, que son más sentimentales que racionales, vaya), que comentas.

Ignoro si sabes que la dirección de TV3(%) ha cancelado, censurado o vetado la participación (al parecer, porque alguien lo ha mandado u ordenado, la interviú que incluía ha sido abatida o suprimida y, de resultas —aunque, como te consta, soy adicto al ergo, en esta oportunidad he preferido echar mano de la variante elegida y expresa(da)—, ha venido a perecer) del exministro socialista Josep Borrell en un programa de debate político de la televisión pública catalana. Quien fuera otrora presidente del Parlamento Europeo iba a ser entrevistado con ocasión de la publicación y presentación de su libro “Las cuentas y los cuentos de la independencia”, donde refuta algunos de los precipuos argumentos económicos (léase, verbigracia, el espurio método que usa la Generalitat para calcular el presunto desfase de las balanzas fiscales y la bola o el bulo lanzado por Junqueras en torno a la limitación de la solidaridad de los Bundesländer —o Länder—, los estados federados en Alemania) esgrimidos por representantes de los partidos soberanistas.

Josep Borrell, que se ha sentido maltratado, molesto, perjudicado, en definitiva, vejado, ha denunciado con prontitud el ajamiento, que no miento, o desprecio.

La cadena catalana ha negado que haya vetado al autor del citado libro y ha aseverado que todo se ha debido a un problema de agenda (grosso modo, ha venido a aducir que los próximos comicios están muy cerca y el libro tiene un inconcuso contenido político, que puede ser nocivo para ciertos intereses, me temo).

En lo tocante al asunto sobre el perspectivismo, que hemos tocado aquí en varias ocasiones, sabes que sigo (casi, casi soy un epígono suyo) las tesis que defendió antaño don José Ortega y Gasset (en dos libros, sobre todo, “Meditaciones del Quijote” y “El tema de nuestro tiempo”).

Te saluda, aprecia, agradece y abraza

Ángel Sáez García
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Ángel Sáez García

Ángel Sáez García (Tudela, 30 de marzo de 1962), comenzó a estudiar Medicina, pero terminó licenciándose en Filosofía y Letras (Filología Hispánica), por la Universidad de Zaragoza.

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