El blog de Otramotro

Ángel Sáez García

Lanza acertó en el blanco/centro con su lanza

LANZA ACERTÓ EN EL BLANCO/CENTRO CON SU LANZA

Dilecta Pilar:

Supongo que estarás contenta con que las obras de arte que estaban en el museo de Lérida (o Lleida) hayan vuelto al monasterio de Sijena (o Sigena). Hay que ver lo que unas/os y otras/os entienden por e(x-s)polio o saqueo. ¡Manda narices (por no usar otro vocablo más procaz o soez)! Ahora sí que no me quedan dudas (o no me extraña nada —de nada—) sobre cómo han podido convencer (con un rosario de patrañas sin cuento o con embelecos por cuentas, claro) los representantes de los partidos secesionistas en Cataluña a tantas/os partidarias/os de su entelequia, la independencia de la República Catalana.

En el caso contrario (si los bienes hubieran sido catalanes y no aragoneses), no te puedes hacer una idea aproximada (bueno, tú sí, y bastante exacta, precisa) de qué hubieran largado las/os catalanas/es soberanistas (sapos, culebras; amén de rayos y truenos, como si de un redivivo Zeus olímpico se tratara) por sus muis o sinhuesos. Algunas/os en la defensa a ultranza de lo suyo llegan hasta el máximo paroxismo y/o ridículo, hasta hacer una apología de sus propios eructos o cuescos (pues los gases que expelan por arriba o por abajo, por ser suyos, no huelen ni a ajo ni a metano, sino a perfumadas rosas). Son legión las/os que no son conscientes del mal (difícil de curar) que han sembrado o generado entre otras/os catalanas/es.

Voy a ver si me pongo a la tarea que quedó inconclusa o pendiente ayer y doy oportuno remate al texto sobre los improperios que le lanzó el profesor Jordi Hernández Borrell a Miquel Iceta. Espero publicarlo en mi bitácora hoy a las 14 horas.

Dedícate a deshacer el embrollo. Te consta lo que otras veces te he escrito, que no tienes ninguna obligación en contestar las apostillas o escolios que contienen mis correos. Me he propuesto que fueran más breves para solidarizarme contigo y tus numerosos líos literarios.

Ya sabes que el amor y el humor solo con el amor y el humor se pagan. Tú también lo harás conmigo cuando toque, si es que algún día toca. No sé si siempre te comprenderé, pero lo que sí sé es que te apoyaré siempre (salvo en una situación improbable e hipotética, en la que no podré brindarte mi apoyo, porque lleva aparejada pena de cárcel; no obstante, me temo, barrunto o sospecho, jamás de los jamases me lo pedirás).

La epístola que pensé que aparecería publicada en mi bitácora mañana, “Pilar, vela y novela la novela”, como así te lo hice saber, voy a tener que retrasarla un día, porque he decidido que vea la luz antes otra urdidura (o “urdiblanda”), “Reconozco que soy un fan de Lanza” (había previsto trenzar un texto irónico sobre Rodrigo Lanza, pero al final me he decantado por borrar lo que llevaba escrito en la mente y en el folio e inclinarme por hacerle un pequeño homenaje a Silverio Lanza (“el raro de Getafe”, en palabras de Mainer).

Esta mañana no he podido leer tu artículo, “Perlas prenavideñas”, como era mi intención, en el Heraldo. Iba a echarle, al menos, un vistazo en el último ejemplar que le quedaba a Miguel Ángel, “Fangio” (dueño de la Librería/Papelería “El Cole”, donde suelo hojear la prensa del día), que lo tenía en el panel o expositor que este suele colocar en una pared exterior de su local, pero ha venido un cliente, lo ha cogido, lo ha pagado y se lo ha llevado, dejándome con las ganas de leerlo, o sea, con un palmo de narices. Ahora bien, acabo de desquitarme. Lo he leído en tu bitácora, La lámpara encendida, de cabo rabo y he saboreado cada uno de los cinco párrafos que contiene como si se trataran de los sorbos que iba dando a una copa que contenía vino de Rioja (pero, como el paisaje que describes es aragonés, lo mudaré, si no tienes inconveniente, por otro del Somontano). En él advierto una variopinta lección de arte, historia (sagrada y humana,) de mitología (con néctar y ambrosía divinos y caja de Pandora demoníaca) y de sensibilidad y sentido común (acaso el menos común de todos los sentidos).

Buen “finde”.

Abrazos y besos.

Ángel Sáez García
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Ángel Sáez García

Ángel Sáez García (Tudela, 30 de marzo de 1962), comenzó a estudiar Medicina, pero terminó licenciándose en Filosofía y Letras (Filología Hispánica), por la Universidad de Zaragoza.

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