ISIS ME SIGUE INSPIRANDO
Hoy, mientras empuño un Bic azul, “biso” o “biseo”, o sea, barrunto, intuyo y/o sospecho (con las iniciales de esas tres formas verbales del presente de indicativo he conformado el acrónimo BIS, base o fundamento de “bisar” o “bisear”, verbo que acabo de crear con el nuevo y emparejado significado de ver y visar) que, antes de que se ponga el sol o fine la jornada, llegaré al clímax y alcanzaré la paz. El uno, ansiado, y la otra, aspirada, me las procurará la misma mujer, mi amada musa tinerfeña, Isis, que me inspirará la décima que sigue:
DUDO QUE ME LO DENIEGUES
—Por haberme llamado Isis
Y haberme elegido musa,
Esta acepta, no rehúsa.
—Muda en éxtasis mi tisis
Y en orgasmo mi hemoptisis.
—Yo haré que al orgasmo llegues
Y que otro, otro más, me ruegues.
—Si no estoy equivocado,
Que puede que ande marrado,
Dudo que me lo deniegues.
Ángel Sáez García