El blog de Otramotro

Ángel Sáez García

Hay quien «Zahorí» lee en este lío

HAY QUIEN “ZAHORÍ” LEE EN ESTE LÍO

Ha tardado años en hallar diamantes. Ha invertido más años en pulirlos, pero, a partir de ahora, las ficciones para Iris Gili Gómez supondrán un negocio redondo, hecho con voces, que contarán historias, y con tiempo.

Llega septiembre a la isla donde el Teide se yergue majestuoso y dominante, con solazo en el sur, lluvia en el norte; e Iris se adentra en la jornada veinte del susodicho mes con treinta folios, que habrá que en forma y fondo mejorarlos, pero el planteamiento lo acarrean.

Se mezclarán comedias con tragedias, situaciones fatales con propicias, besos con coces, flores con denuestos, felices emociones con desdichas, como por doquier sigue sucediendo a lo largo del orbe y a lo lato, en esta de contrastes existencia.

Aunque la entrada de Iris Gili Gómez en el selecto mundo de la letras no fue impulsiva, no, sino discreta (“en principio, deseo escribir poco, pero de calidad, según mi estilo”), un bolígrafo azul su diestra empuña, erogando su tinta por el folio, de una forma sutil y delicada.

Hoy Iris lo que quiso es, literata única, de las más consideradas, entre las incipientes con futuro prometedor, primera ganadora del Total, prestigioso premio e impar, con “El mosaico”, está de lleno inmersa en la primera redacción, pausada, de la que, aunque sin título, será su tercera novela, si la acaba.

Versa sobre el valor de la prudencia, que, unida a su apellido, forma tándem, desde generaciones familiares que nadie se ha ocupado de estudiar, pero que a muchas/os consta desde niñas/os, cuando un antepasado definió con tres endecasílabos, tres, versos: “Es cuanto nos ayuda a no marrar, a no comprar aquello que no sirve, aunque lo vendan bien los charlatanes”.

El mundo de las letras y otras/os artes funciona como el de Eros, sí, de oído; así se enamoraron ene antaño, de lo que relataron del modelo cuantas/os improvisaron su retrato físico o moral, de hembra o de varón.

Hay de zahorí mucho en quien escribe. Todo saber ayuda en la urdidura, pero el presentimiento es decisivo; el motor de la acción es la intuición.

   Ángel Sáez García

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Ángel Sáez García

Ángel Sáez García (Tudela, 30 de marzo de 1962), comenzó a estudiar Medicina, pero terminó licenciándose en Filosofía y Letras (Filología Hispánica), por la Universidad de Zaragoza.

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