UN COLOQUIO DE LOS DE ANTES
(ENTRE GIBOSOS RUMIANTES)
—Eres, dromedario, bella.
—Yo no voy a hacerte el feo
De decirte que eres feo.
—La verdad no me hace mella.
Ni ella mis oídos sella.
—No deseo molestarte.
No es mi intención insultarte.
—Me conformo con que sepas
Que llevo bien mis dos chepas.
—Camello, tu sal es arte.
Ángel Sáez García