Fue esto realidad, no una ficción
FUE ESTO REALIDAD, NO UNA FICCIÓN PERDIÓ UN EURO Y OCHENTA Y OCHO CÉNTIMOS No negaré que lo que me dispongo a narrar a continuación ocurrió porque, además de la cajera, hubo al menos una clienta que fue testigo presencial, oyente y vidente, del hecho. Un señor, tras haber pagado la compra que acababa de hacer en cierto supermercado,