En menos de cuatro años le ha cambiado la vida una barbaridad a Inés Arrimadas.
De ser poco menos que la reina de Saba un 21 de diciembre de 2017 cuando Ciudadanos ganaba las elecciones en Cataluña, a casi estar temblando por el nuevo porrazo en las urnas que se atisba para el 4-M en Madrid.
Lo cierto es que la presidenta naranja no gana para disgustos desde que hace poco más de un año, en 2020, se hizo cargo de la formación fundada por Albert Rivera.
Arrimadas sabe que todas las miradas están posadas sobre su persona y que esperan una reacción, un paso al costado en el supuesto de que Ciudadanos se quedase a cero en las elecciones del 4 de mayo de 2021 para la Presidencia de la Comunidad de Madrid.
Sin embargo, la líder de C’s tiene claro que ella no hipoteca su permanencia en el cargo a lo que suceda dentro de tres semanas en los comicios para la Puerta del Sol.
La dirigente anaranjada, en una entrevista concedida a La Razón este 11 de abril de 2021, insiste en que ella no conjuga el verbo dimitir:
Hace menos de un año que se celebró la Asamblea General, donde abrimos la nueva etapa del partido después de que mis compañeros me eligieran presidenta con un abrumador apoyo en primarias. Apoyo mucho mayor al que obtuvieron otros líderes en sus respectivos partidos, como Sánchez o Casado.
Estos meses, además, han coincidido con la pandemia y por lo tanto no hemos podido desarrollar el proyecto que salió diseñado de aquel congreso. Pienso dedicar mis mejores esfuerzos a implementarlo, a cumplir con mis compañeros y con los españoles, a ofrecer soluciones a los problemas reales de la gente. ¿Dimitir? Yo voy a seguir dedicada a ejecutar nuestro proyecto.
Cree igualmente Arrimadas que lo de la moción de censura en el Gobierno de la Región de Murcia fue más un fallo de no saber explicar correctamente por qué se hizo la misma.
Dicho en plata, para la presidenta de Ciudadanos era necesario dar ese paso y niega la mayor en cuanto a que fuese una pifia estratégica:
Desde luego que hemos cometido errores, y no tengo problema en hacer autocrítica. Cuando se habla más de la moción de Murcia que de los escándalos de corrupción del PP que la provocaron, con tres gigas de información que incluyen troceo de contratos en manos de la UDEF, con casi 500 políticos y allegados de políticos vacunados de forma irregular…) es que algo hemos explicado muy mal.
A partir de ahí, es cierto que se ha querido aprovechar la ocasión para atacar a Cs y al centro político, pero somos muchos los que seguimos defendiendo este proyecto imprescindible para España.
Y lanza un claro recado a Toni Cantó y a otros miembros de Ciudadanos que se han pasado a la órbita del PP:
Cada uno debe juzgar por sí mismo los hechos. La ideología liberal sigue siendo hoy la misma que hace un mes y la ideología conservadora sigue siendo la ideología conservadora. Quien pase de defender la primera a defender la segunda en cuestión de días es quien debe explicar por qué lo hace.
Yo sigo pensando hoy, como ayer, que los partidos no deben repartirse la televisión pública, como acaban de hacer PP, PSOE y Podemos, que hay que despolitizar la Justicia, que hay que regular la eutanasia, que hay que luchar contra la corrupción de todos los partidos. Quien haya pasado de defender esto a defender otras cosas es quien tiene que explicar por qué.