DON SIN DIN ES CAMPANA SIN BADAJO
No es capaz el poder legislativo
De dictar qué es verdad y qué es mentira.
Si lo hace, una de dos, resta o retira
Libertad de expresión al pueblo activo,
Que renunciar no puede a ese cultivo,
Sobre el que suele pivotar o gira
Otro que está en la cruz, punto de mira,
De otro que manda asaz: Ejecutivo.
Sí puede averiguar cuánto dinero
Se invierte en difundir un embeleco
Y cuánto por que tenga máximo eco
Cobra quien lo divulga. Ser sincero
Nada importa a ninguno; sí, un carajo:
Don sin din es campana sin badajo.
Ángel Sáez García